Yo solía creer en la perfección, antes de que me rompieran, antes que me destruyeran.
Ahora a duras penas creo en la conveniencia y en la posibilidad de hacer feliz a alguien.
Perfección es algo que no espero ni prometo, incluso aunque sueñe con ello.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.