Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

10 sept 2013

Ella es arte. Ella soy yo.

Y mientras espero que las musas terminen de decidirse por hoy, les presento uno más.

Ella es la artista.
No, no la escritora, no la literata, ella es artista.
Ella es quien se muere por la belleza, quien sabe que todo es tan hermoso como horrible.
Ella vive por suspiros.
Ella anda en las nubes, flotando casi.
Ella vive por y para la hermosura.
Ella se desvive por los atardeceres, por los amaneceres en climas fríos.
Ella despierta en medio de la noche para ver la luna, para ver las estrellas.
Ella se cae al caminar porque sus ojos están fijos en las nubes y en la luna.
Ella llora porque no cree poder imitar los colores de las mariposas.
Ella se deprime porque le cuesta trabajo definir sus lineas.
Ella rompe las hojas que no quieren dejarla moldearles.
Ella se siente en el cielo en medio de una papelería, de una tienda de arte.
Ella jura solemnemente que un día hará algo digno de mención, algo que conmueva.
Ella despierta aterrada en medio de la noche porque cree que no podrá.
Los colores se sienten, se llevan en la piel, en el alma, eso me dice.
No puedes aprender a fabricar un color, ni una idea, debes dejar que fluya como fluye el río, como cae la lluvia.
A veces desaparece, a veces me abandona y no hace acto de presencia por largos periodos.
Creo que hiberna, es mi explicación para su ausencia, o se deprime, tal vez.
Ella es un impulso eterno, permanente, que ha estado aquí desde antes que muchas otras, casi desde que empezamos.
Ella jugaba a rayar, a imitar formas, patrones.
Ella pierde la atención siguiendo los contornos, no puede evitarlo.
Se le van los ojos ante aquello que es hermoso, ante casi todo, para ella todo tiene belleza.
Ella suspira desde el fondo de su alma cuando el sol empieza a descender por el horizonte, suspira de tristeza, le encantaría perseguir al astro rey, suspira de dicha, la noche tiene un aura tan dulce y misteriosa, suspira de soledad, aunque sea a veces su mejor amiga, suspira de melancolía, la belleza lleva una soledad tan grande.
Y si la vieras cuando la mañana inicia, cuando logra vencer al cansancio y se encuentra con el amanecer. Sus ojos devoran ávidamente la imagen, el paisaje.
Le encantan los aviones, ver las nubes desde su mismo centro es un sueño eterno, una maravilla incomparable.
Persigue arco iris, incluso si nunca deja que aparezcan en sus obras.
Considera la lluvia y los rayos una de esas obras de arte en las que la naturaleza deja toda el alma.
Los bosques son una idea recurrente, un deseo permanente de perderse y encontrarse a si misma en el verde, en el café, en la oscuridad estrellada de una noche silvestre.
La ciudad es la jungla por excelencia. Los paseantes son como esas pequeñas pinceladas que llenan el cuadro de vida.
Todo está en su lugar, todo puede cambiarse de lugar. Ella sabe que hay siempre una forma de embellecerlo todo y que a la vez todo es tan hermoso como puede ser.
Ella entiende lo importante que es sentir un lápiz, un pincel, pintura o tiza o lo que sea, en las manos. Ella comprende la necesidad compulsiva de plasmar en un papel eso que ves, eso que sientes, aunque al final lo resultante sea una imagen sin sentido.
Ella es la que mueve los dedos compulsivamente y se agacha en la calle para recoger una flor.
Ella es la que hace mil imagenes mentales de cómo podría dibujar esto o aquello.
Ella es la que se siente bien con pinturas y tizas en sus manos.
Ella es la que ama el arte.
Ella es artista, ella busca la belleza donde sea, sin importar que sea.
Ella cree firmemente que el mundo puede ser explicado en un trazo.
Ella jura que las almas pueden perderse en el cruce de dos lineas.
Ella confía en la posibilidad de entender el secreto de sus ojos a través de sus lineas.
Ella busca las vetas del iris de los ojos de aquellos que cargan consigo una sombra oscura. La belleza de la oscuridad es algo sublime.
Ella vive en un mundo diferente, en un mundo de colores, de lineas, de pensamientos y posibilidades que pueda plasmar en el papel.
Ella es la artista que siempre he llevado dentro, que siempre lucha por salir, que siempre quiere detenerse y dibujar lo que ve.
Ella es parte de mi, una parte tan vital como yo misma.
Ella es arte y soy yo.

1 comentario:

  1. Ella no es un demonio en la sinfonía de tu naturaleza; es el ángel que adorna y protege los secretos de tu corazón.

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