Como la fuerza que sostiene el brillo.
Somos volubles. Sabemos como amar en nanosegundos y luego todo se cae y sabemos como llorar y romper.
Gracias al cielo nos tenemos la una a la otra, y la tenemos a ella.
Ella nos salva de nosotras mismas.
Amamos a esos elefantitos que nos va dejando en el camino.
La amamos.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.