Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

5 sept 2013

Hay días en los que simplemente nos quedamos en blanco, en nada, y esa nada es hasta un poco agradable, creo.

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