Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

31 ene 2012

Creí que era amor...



Era amor. Al menos eso fue lo que creí. Toda una vida, para mi lo fue, estuve convencida de la veracidad de este sentimiento. Del poder que tenia de llevarme al infinito en tus brazos, de elevarme al cielo a tu lado, de intoxicarme con tus embriagadores besos que sabían a certeza y futuro. Era amor, a todas luces me lo parecía. El sentir mi cuerpo vibrar con tu cercanía, la sintonía entre nuestros pensamientos, la convicción de lo mucho que necesitaba de ti. Si, pensé que era amor. ¿Me equivoque?

La forma en que tus manos rodeaban mi cintura, tu aliento sobre mi cuello, como amaba eso. Adoraba el suelo que pisabas y no me importaba que me redujeras a algo que besar y que sostener mientras estuvieras ahí. 
Deseaba estar metida en cada uno de los recovecos de tu cuerpo, en el hueco de tu cuello, en agujero de tus costillas, en lo profundo de tu corazón. Desee con toda el alma que mi lengua pudiera permanecer atada a la tuya y sentir así las mariposas que revoloteaban en mi estomago y la dulzura mentolada de tus besos. Ay, amor, llegue a desear con tanta fuerza no dejarte nunca que perdí pedazos de mi misma con cada pelea y discusión que causaba la distancia.

Dije un día que tú serias el último, ¡como deseaba que fuera cierto! Y termine encontrándome con que unos fugaces segundos bastaban para que deseara que no fueras tú. Que amor tan complicado, pensé, eres todo lo que quiero y todo aquello que no. Quizá fuimos un par de tontos demasiado felices persiguiendo el vuelo de nuestro amor que perdimos de vista el suelo que debíamos pisar. Quizá la tonta ilusa fui yo, por pensar que podría conseguir en ti aquello que incluso no veía.


Ahora resulta que, después del tiempo, no puedo evitar mirarte y pensar que podría haber funcionado. Que podría haber tenido un futuro. Que podría haber sido nuestro peor error. No se ni que digo, querido. Hasta ese punto tienes efecto en mí. Simplemente quería decirte que no ha sido tan fácil dejarte ir.

Ya conmigo me basta

- ¡Maldición! ¿Qué acaso no entiendes lo que significa dejarme en paz? He visto tu reflejo  a través de miles de cristales, he oído tu voz a través del atronador ruido, he sentido tus manos incluso cuando no pienso en estar contigo. Me persigues, bien? Eres el cazador de cuyo rastreo soy victima. No sabes lo mucho que daría por no verme en esta situación, por no vivir huyendo de cada espejo, cada vitrina, cada lugar que guarda partes de nuestra historia. Ya me basta con esto, con ver el desprecio y el dolor en tus ojos, con ver la soledad de tus manos y saber que pude haberla curado. Me basta con sentir como deseas que mi rostro se borre de tu memoria y con sentir el frío cuando pasas a mi lado. Me basta el recuerdo de haberte querido, incluso amado, tanto. Me basta con saber que rompí la promesa más importante para mi. Me basta entender que, aunque no fue tu culpa, yo no habría podido evitarlo. Es suficiente con entender lo perversa y retorcida que es mi naturaleza y lo imposible de mis esfuerzos por cambiar eso. Para mi, basta con saber que te quise, que te ame, que me correspondiste y que mi burbuja reventó y, sin saber como, mi amor murió. Todo eso, aunque no lo creas, es suficiente para estarme empujando al borde del abismo, no necesito agregarle lo doloroso que es saberlo, ni lo frío que se siente mi corazón al verte. No necesito sumarle a esto tu existencia atada a mi cuerpo.

- ¿Terminaste?
- ¿Si?
- Eres libre.

30 ene 2012

Ultima Pintura I



1

De aquello había estado huyendo ella. Incluso allí, en el otro lado del mundo, su error y el dolor consecuente la seguían como un cazador a su presa. El viento soplaba frio y perseguía las hojas de los arboles en un juego absurdo.
Son dichosas, pensó la mujer, al menos a ellas solo las persigue el viento.
La luz del crepúsculo empezaba a desvanecerse, al igual que su ánimo. Dio media vuelta y salió del agujero entre los setos. Allí estaba de nuevo, a un lado del camino, el viejo auto negro que la seguía.  Lo había visto tantas veces que no tenia dudas de que se trataba del mismo vehículo. A único que aun no veía era a su conductor. Este se cuidaba de no dejarse ver por ella.

Un rompimiento de ramas a su espalda llamo su atención.

—Lo siento –escucho la voz antes de ver su procedencia-. No deseaba sobresaltarte.

—¿Quién eres? –exigió saber. No iba a mostrar su sobresalto pero él era un extraño.

—Un amigo –algo en la voz de aquel hombre la tranquilizaba.

—En ese caso, bienvenido.


26 ene 2012

Cantaste una canción...

Como si lo hubiera vivido. Si hubiera sido cierto.
El teléfono sonó con insistencia y yo ta sabía que eras tú incluso antes de contestar. Fue tan dulce oír tu voz, escuchar tu agitada respiración, confirmación de lo que ya sabía, estabas haciendo ejercicio.
Hola, dijiste, me preguntaste donde estaba y que hacía. Nada nuevo, eran las clásicas preguntas de cortesía que haces a todos. Dijiste que había algo que querías que viera, algo especial. Bueno, de hecho, dijiste, no es ver, es oír. Acepté gustosa porque se trataba de ti, no sabía negarte nada.
"Cierra los ojos, relájate" Tus palabras llegaron a mi como en un sueño mientras cerraba mis ojos y me dejaba llevar por el sonido de tu voz.
Los acordes de tu guitarra sonaban lejanos a través del teléfono, y aun así podía sentirte a mi lado. Podía ver como cerrabas los ojos para concentrarte, y como tus dedos se movían a lo largo del diapasón, marcando los acordes de la dulce melodía con la que regalabas mis oídos.
Me cantaste una canción que hablaba sobre el amanecer, sobre el sol y la luna, sobre noches de besos y caricias, sobre una mariposa escapista, sobre una verdad escondida, sobre un futuro posible, sobre un deseo plausible, sobre un momento digno de tatuarse bajo la piel.
Me cantaste una canción sobre un ángel y un demonio, sobre fuego y hielo, sobre vida y muerte. Me cantaste una canción sobre alegría y llanto, sobre hoy y mañana, sobre el ayer y el futuro.
Tu voz cantó una canción sobre nosotros. Un ruego para darnos existencia, un anhelo que calmara la conciencia, un susurro que nos llevara a la iridiscencia.
Tu voz me dijo todo lo que necesité saber para seguirte, para acompañarte, para rendirme.
Tu voz dijo "ven, amor". Y la respuesta la dio mi corazón.

25 ene 2012

Suponiendo que existas...

Y si empezara otra guerra, donde los demonios tuvieran nombre y apellido, si conquistaran el espacio o el espacio nos conquistara, me da lo mismo. Todo va a estar bien, todo seguirá bien, mientras tu estés, todo estará bien.
¿Será que es tan fácil como lo pinto? Primero tienes que estar tu para que todo esté bien y tu aun no estás.
Tu aun no te dignas a aparecerte frente a mi, y, por mucho que desee verte, me alegra. No me malinterpretes, te deseo, te extraño, te anhelo. Te amo aun sin conocerte. Quizá ese es mi problema, caigo totalmente rendida a tus pies solo de saber que existes, pero aun no te tengo frente a mi. Aun no vivo el segundo en el que debe congelarse el tiempo y en el que mi corazón desbocado sabrá que eres la criatura más peligrosa y apetecible que exista en este mundo. Si me detengo a pensar en ello, si, es conveniente que aun no te tenga. Después de todo, cómo podría mirar el mundo sabiendo lo cerca y lo lejos que estás, lo fácil que sería caer en tus brazos y lo imposible de este hecho. No, aunque me desgarre el no tenerte a mi lado, prefiero no verte aun, que seas una sombra, la neblina del sueño más valioso que existe en mi mundo, en mi ser, el punto de convergencia de mis fantasías y mi realidad. Claro que deseo verte, eres tu quien puede salvarme de mi misma, quien puede hacerme sentir que soy todo lo que puedo llegar a ser, eres tu quien puede curar las miles de llagas que supuran dentro de mi negro y podrido corazón.Pero tu aun no eres una realidad, aun tengo mucho que aprender, mucho que vivir, mucho que escribir y miles de cosas que sentir antes de poder siquiera manejar lo que sé que serás. No, amor mio, aun no eres pero serás.
En el punto en que cruces mi camino las luces destellaran, los planetas se alinearan y el tiempo se detendrá.






O simplemente iremos caminando por la calle cuando nuestras miradas


se trabaran en un eterno duelo de fuerzas. Inclinarás tu cabeza como saludo, sonreiré,


seguirás tu camino y luego, por azar de la vida, nos encontraremos donde menos


pensemos. Hablar será tan fácil como respirar, sentirnos será la única realidad, el brillo de


tus ojos sera mi salvavidas en medio de la soledad. Te harás tan indispensable para mi


como yo lo seré para ti, y tu sonrisa, tu voz, tu aroma, seran mi único y más potente


narcótico.






Claro, todo esto es mera suposición, una forma de darle pistas al destino para el momento


en que cruces mi camino. Para el momento en que sepa que estoy completa y totalmente


arruinada para amar a cualquier otra persona que no seas tu, total y completamente


subyugada a tu existencia para poder respirar, sentir, existir.

22 ene 2012

El recuerdo duele. Saber que pudimos tener el mundo, que fui feliz, que todo terminó. Despertar por la mañana y que mi primer pensamiento, que antes era para ti, sea reemplazado por la conciencia de que debes odiarme. Acostarme por las noches y que tu recuerdo, que antes me hacia dormir feliz, no me permita conciliar el sueño puesto que te hice daño.
Nunca fue intencional,al menos no lo hice con ese deseo. Quise ser grande a tu lado, jugar a vivir y a sentir. Desee que mi realidad fuera tuya y que mi vida y pensamientos te pertenecieran. Desee que mi corazón latiera al mismo ritmo que el tuyo y que los viejos sueños olvidados fueran ahora nuevas esperanzas a tu lado.
Desee la vida que no podía tener, desee los besos que no te podía dar, desee ser esa cura para el dolor que te hacia suspirar. Desee darte mi futuro, mostrarte mi pasado y convertirte en mi presente.
Desee no convertirme nuevamente en aquello que detestaba.
Lo siento, fallé. No pude mantener mi promesa y al final no sé por qué.
No fui falsa, no fue una mentira. Fue como romper la burbuja en la que vivía.
Si hubiera podido hasta el final te hubiera seguido, mas no podía, termino y yo no lo quería.
No te reprocho nada, ni siquiera te culpo. La culpable fui yo y mi inconstante mundo. Mis deseos y necesidades que no compaginaron con nuestras realidades.

21 ene 2012

Cosas...

En esta vieja ciudad que nos ha visto crecer, por separado nos educo en las leyes de la injusticia, de la trampa, del egoísmo y de la selección natural. El tiempo nos dividió y compuso la enorme brecha que nos separaba, enseñándonos, guiándonos, mostrándonos un rumbo que no conocíamos. Las calles que sirvieron de cancha, de estadio, de puente y auditorio; las personas que fueron nuestros mentores, maestros, directivos, editores, guionistas... Todos los que diseñaron las vidas que habíamos de recorrer. Nadie, ni ellos, ni yo, y creo que tu mucho menos, hubiéramos supuesto el rumbo tan definitivo que seria encontrarnos alguna vez. Y claro, nadie habría predicho el doloroso final.
No digo que lamente el que las terminaciones nerviosas de mi cuerpo respondan a tu presencia, no digo que desee no haberte conocido, ni que desee borrar aquello que aprendí contigo. Pero desearía que no hubiera una herida sangrante en tu pecho, que el arma homicida no fuera yo y que la escena del crimen no fuera ese lugar donde a diario tendremos que volver.

19 ene 2012

Fragmento.

Esta es un fragmento de la historia que estoy escribiendo para el concurso organizado por  Nina Neko
Publico este fragmento unicamente para complacer a una amiga que se muere de ganas por oir más de Ellos. 
Espera un poco mas, querida, pronto verás.




"Un ruido en la ventana la despertó de su ensoñación. Otra vez se había dormido en la ventana, era ya la quincuagésima noche seguida. Suspiró mientras se levantaba de la vieja mecedora de madera que había junto a su ventana, gustosamente dormiría durante mil siglos si le fuera posible. Si le fuera posible.
Las lágrimas arremetieron contra sus ojos con impresionante velocidad. Sorprendida se llevo una mano al rostro, no podía llorar pero ahí estaba la sensación. Quemándola, ahogándola, succionándole la tranquilidad que el sueño podría darle. Se restregó los ojos con las manos intentando en vano deshacerse de la sensación. Tardo unos momentos en darse cuenta de que sus manos temblaban también y maldijo por lo bajo mientras intentaba alejar de su mente los recuerdos que le hacían desear morir a cada segundo.

-        -   ¿Qué haces despierta? –amaba su voz.

Amaba todo de él. Amaba el modo en que la luz de la luna brillaba sobre su pálida piel, amaba el modo en que su cabello se ondeaba con el viento y la sensación de los gruesos mechones entre sus dedos, amaba la forma en que su cuerpo fuerte la hacia sentir tan pequeña como una niña, amaba la forma en que sus manos la recorrían con furia, con deseo, con pasión.
Habría amado incluso el suelo que respiraba. Pero él no la amaba. Nunca podría hacerlo, nunca lo haría, sin importar que ella lo hubiera creído posible en un principio."

Que quiero.

Y no es necesario que me digas que soy perfecta,
no espero que estés colgado a mi todo el día, veinticuatro horas sin segundos de respiro,
y no te pido que ames todas y cada una de mis células,
no suplicaré por que estés perdidamente encantado con mis tonterías,
ni esperaré que comprendas lo ilusa y distraída que puedo llegar a ser.
No voy a pedirte que te quedes,
no voy a obligarte a marchar.
No te llevare de compras conmigo,
no te someteré a mis criticas respecto a tu vestuario,
no te rogare que seas como yo
y definitivamente, no pienso obligarte a vivir la vida que no deseas.
Lo único que pienso pedirte y que no puedo cambiar,
es que me conozcas, que lo intentes de verdad.
No una mentira, no un juego,
quiero que sepas el quien soy y conozcas mis defectos.
Quiero que veas a través del espejo,
que seas el único que conozca mis pensamientos.
Quiero poder llamarte amigo y saber que es cierto.

5 ene 2012

Femme Fatale II

Una vez él la tuvo contra el muro del ascensor empezó a besarla con furia y deseo, con necesidad. Sus manos se envolvieron alrededor de las muñecas de la joven, inmovilizándola, mientras bajaba su boca hasta su cuello. La muchacha sonrió, levanto sus piernas del suelo y envolvió las caderas del hombre atrayendolo más hacía si, él, como respuesta, coloco una mano sobre el muslo de la joven e inició un lento y tortuoso ascenso. Ni siquiera se detuvo cuando el elevador los llevó al piso indicado sino que, tomándola en brazos, la llevo a uno de los apartamentos.
Una vez dentro él perdió toda la mínima delicadeza que le quedara, rasgo el vestido de la joven y la arrojó brutalmente contra un muro. Seguidamente, antes de que ella pudiera reaccionar, volvió a empujarla, esta vez contra el mesón de la cocina, y esta vez la chica sí protestó.

- Detente, eso dolió mucho.

El hombre esbozó una cruel sonrisa y la apresó con sus manos. Ella trató de moverse pero él era todo musculo y brutalidad, la chica ya no se sentía a gusto.
Él empezó a acariciarla de forma violenta, le tiro del cabello y le hizo varios arañazos, de nada servían las protestas de la joven, él no iba a soltarla todavía. La mujer empezó a buscar sin éxito una forma de atacarlo, mientras lágrimas de ira y humillación surcaban sus mejillas.
En el instante mismo en que la penetró, la joven sintió como las uñas de aquel salvaje se clavaban en su espalda y los hilos de sangre que corrían empapando lo que quedaba de su ropa y el mesón de aquella cocina.
Una de las manos de la joven, movida por un impulso de supervivencia, tanteó a su espalda buscando cualquier cosa que pudiera utilizar como arma. Al parecer la suerte le sonreía, pues encontró un cuchillo y lo empuñó esperanzada. Las embestidas del hombre se habían vuelto más rápidas y violentas cuando ella levanto su mano y clavo el cuchillo en la espalda de aquel gorila.
Algo que ella nunca pudo explicarse fue el enorme placer sexual que la sacudió con aquel acto. Repitió el experimento, saco y volvió a clavar,esta vez con más fuerza, el cuchillo que se hundió como si cortara mantequilla, mientras de la boca de aquel hombre salía un hilillo de sangre. Nuevamente sintió aquel ramalazo de placer y volvió a repetir su experimento. La tercera vez el placer que le provocó fue tal que la llevo al orgasmo y todo su cuerpo convulsiono por el éxtasis

No estaba segura de lo que había ocurrido en ese lugar. Mientras bajaba por el ascensor con una camiseta y vaqueros que encontró en el apartamento de aquel hombre, él no los necesitaría, se preguntaba por qué habría sido aquello. Una cosa si tenía clara, en sus manos tenia un gran descubrimiento.



(Este es un fragmento de lo que creo será el inicio de la historia... )

Mentiras de papel.

Son letras, son palabras, son mentiras sobre un papel. Nunca dudes que tengo eso en claro. Se lo falso que es, la inutilidad que le atribuyes, el odio que manifiestas hacía ese amor que yo siento. No escogí esta situación, no pedí que mi única salvación fuera esta, nunca, ni en sueños, habría pedido poder cambiar mi vida por una de esas mentiras de tinta. Es papel, pero fue mi amigo, son palabras pero han sido el más fiel y perfecto amante, es un espejismo pero no podría desear más fervientemente que se convirtiera en realidad, para ti es basura, para mi es la vida misma, la magia, la pureza, todo lo que necesito y deseo. Ni siquiera en tus brazos, y lo siento por esto, puedo hallar el tan dulce consuelo, la enorme dicha y el innegable amor, que se encienden en mi pecho cuando me sumerjo entre eso que, para ti, es una mentira.
No querido, tu nunca lo comprenderás, y es probable que eso me mate o me apague.
No querido, para ti no significa nada, es simplemente un capricho tonto que poseo, el mismo capricho por el que aun sigo viviendo.

Conversaciones Interesantes XXVII

- ¿Alguna vez piensas en nosotros, en lo que fuimos?

La chica bajo la mirada nuevamente pero, por extraño que pareciera, no se sentía incomoda, aquello parecía lo más natural del mundo.

- Si, lo hago. Demasiado a menudo -era inconfundible el tono avergonzado en su voz. Aquella confesión era algo que jamás había dicho con palabras.

- ¿Podría... podría preguntar por qué? -el joven sonaba curioso, la chica sonrió, recordaba esa vieja manía de él de preguntarlo todo.

- Bueno, supongo que es porque contigo todo se sentía tan bien, parecía tan correcto que... no se, es extraño como terminó.

- Pero tu ya no me amas -afirmó él.

- No, por lo menos no de la misma forma.

- Si, lo se. Es difícil olvidar el hecho de que me convertí en uno de tus mejores amigos.

- No me refería a eso -respondió la joven-, se trata más de otra forma de quererte. Fuiste mi primer amor, en lo que a mi concierne siempre te querré, sin embargo ese querer no es suficiente para hacerme desear una vida a tu lado...

La voz de la joven se apago suavemente. Nunca habían hablado del tema de su separación.

- ¿Sabes que es lo malo de todo esto? -preguntó el chico de repente.

- ¿Es que el resto es bueno? -aunque pobre, el intento de broma de ella le sacó una sonrisa.

- Tal vez no lo único malo, pero si lo que permanece. Que aun te espero, aun creo que volverás a mi un día.. Soy el mayor tonto por suponer algo como eso, pero así es.

Conversaciones Interesantes... XXVI

(Supongamos que una ex pareja se sienta a hablar en los pasillos de la universidad. Es tan fácil, tan confortante.)

- ¿Cuantas veces terminamos? -musitó la joven bajando la mirada. Llegó a pensar que su compañero no la había escuchado cuando este replicó.

- Siete.

- ¿Las contaste? -parecía sorprendida.

- Siempre pensé que volverías a mi, así que parecía una buena anécdota para contarle a nuestros hijos -el chico puso su mejor sonrisa falsa, estaba avergonzado por aquella confesión.

- Lo lamento -ella lo miraba compungida-, nunca quise ser tan mala. Siempre tratamos de llevárnosla bien, ya ves que difícilmente podíamos pasar veinticuatro horas de separación.

- No te disculpes -la disculpa de la chica lo incomodaba, nunca le había agradado que ella se disculpara-, odio cuando lo haces. Las cosas tenían que ser así, punto.

Ambos bajaron la mirada al suelo, sus zapatos parecían ser más interesantes que la conversación que sostenían.

- Tenemos problemas, sabes? -la chica se estaba refiriendo a ella y su nuevo novio, él solo se encogió de hombros- Era más sencillo contigo. No digo que no lo quiera, pero contigo era como respirar, como el latido del corazón, con él es como si estuviera dando un trote ligero, no duele ni molesta, pero puede dejarte exhausta. Lo lamento, no debería hablar de esto contigo porque, si aun sientes algo por mi, sería cruel, y si no es así, entonces sería incómodo.

Él no respondió. Después de unos momentos de silencio ella siguió.

- Sabes, a pesar de todo, contigo sabía que no era solo pasión, no era una simple llamarada y ya, había un fuego latente y dulce que nos unía... Con él no se eso. Con él no se nada aparte de lo mucho que desea mi cuerpo.

- Alguna vez te has preguntado -él había roto su silencio y necesitaba que ella respondiera su pregunta- si quizá él no es lo que necesitas? No querer, ni buscar. Necesitar.

A punto de darme un tiro...

Bueno, no... Realmente no me daría un tiro... Pero solo porque no tengo un arma a mano. Que paso? De hecho es algo tonto y sencillo.
Mi computador estaba algo problemático así que el técnico se lo llevo para formatearlo, le encargué que por favor guardara la información de mi sesión puesto que allí estaban mis escritos, trabajos, libros, dibujos, fotos y otras muchas cosas importantes.
Hoy regresaron el computador. Curiosamente la única información que no aparece y que parece ser irrecuperable es la de mi sesión.
Adiós escritos, adiós ultimos tres años de mi vida, adiós lagrimas, adiós sonrisas, adiós a los te quiero y a las ganas de gritar.
Adios a todo.
Si, lo sé. Esto no es algo grave, no a menos que, como yo, sepas que en todo lo que perdí habia partes de mi que me duelen como si de una muerte se tratase. Soy escritora, al menos eso creo, y escribir es lo que amo, perder mis historias, aquello que expresaba los gritos que no puedo dejar salir y todo lo que habia trabajado es una condena.
Lo ven, esto no le importa a mucha gente, de hecho creo que solo a mi me afecta de esta forma. Sin embargo necesitaba dejarlo salir, ya que no puedo gritar ni romper nada... Busqué una amiga, me mando a comer cosas poco agradables, no buscaré más en alguien lo que sé que solo yo entiendo.
Adios.
Y que tal que, como una mariposa,
revoloteando de flor en flor,
la felicidad nos hubiera abandonado.
Que tal que, como un astro fugaz,
de un cegador brillo pero demasiado perenne,
hubiera aparecido el amor
para huir al segundo y dejar solo el temor.
Y si, hagamos una apuesta,
tu y yo somos un juego,
algo sin razón ni futuro,
duplicaré mi apuesta,
ni nada en común
más que el absurdo deseo de ser dos.
Aunque tu fueras mi razón para tener razón,
eso nada significa,
ya no encuentro las ganas,
no hallo el motivo,
en alguna parte se que no eres tu mi destino.
Quizá yo, como la mariposa,
no pude vivir en el suelo
y no logré abandonar mis nubes de color.
Quizá yo, siempre dispersa
no logré mantener la conexión
y, si acaso lo notaste,
la ilusión nos calló.
Y si, giremos la ruleta,
el amor y la pasión no fueran suficientes
sino solo un catalizador.
Y si, se detuvo en mi número,
todo esto fuera una farsa sin dirección,
he ganado la apuesta,
y esa mariposa fuera yo.