Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

2 sept 2013

Que desagradable.
Era una cosa viscosa y blanda, algo molesto y perturbador. Contuvo el aliento durante un par de segundos, si vomitaba en ese momento la pasaría muy mal. 
Paso dos, listo, pensó.
Ya no le gustaban los malvaviscos, ya no eran tan deliciosos, ya no le provocaban ese deseo compulsivo de comerlos. 
Cuando las nauseas remitieron, sonrió. 
Era un primer paso muy satisfactorio.

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