Aterradas, así estamos.

Soy cobarde. Completamente.
Si, es en serio. Ellos lo sabían. Por eso cada uno, en su momento, hizo hasta lo imposible por darme valor. En su momento, también, eso funcionó, tuve valor y aprendí a creer. Pero ese tipo de cosas no valen, no duran, y luego queda otra vez el vacío porque me descubro incapaz de volver a hacerlo.
Tengo miles de complejos. Muchos lo saben. Se los debo casi todos a su poca ortodoxa manera de hacerme sentir su cariño ¿a quien engaño? la mayoría de las veces yo no lo sentía, pero supongo que ahí estaba. En fin, no, por mucho que me guste pretender o por mucho que trate de fingir que así es, hay miles, millones, de cosas que cambiaría si tuviera la oportunidad. Hay otras miles de cosas que quisiera hacer y que no hago por miedo, por temor, por vergüenza y por incomodidad. Pero las haría gustosa si tan solo tuviera el valor.
Esto va de que quiero conseguir ese valor, aunque sea para una sola de esas cosas. Va de que no podría vivir conmigo misma en un futuro si al mirar atrás me encuentro con que no tuve el valor de intentar o que dejé que me ganara el complejo. Va de que tengo ganas de un cambio y eso suena como una buena forma de empezar. Va de que es vergonzoso que me pregunten y la respuesta sea no. Va de que si. De que tengo tanto miedo de ello que lo haré. Me obligaré a tragarme el miedo o pasaré los peores momentos de mi vida. Pero al menos haré el intento.
Así que de eso va. De lo aterrada que estoy y de las ganas que tengo de hacerle frente.
Luego, si sobrevivo psicológicamente a ello, quizá cuente como fue. Total faltan casi cinco días aún. Y yo ya estoy aterrada, que desastre que soy.
Corrección, estamos aterradas. Porque no soy solo yo, ella también se muere de miedo.
Si, ya sé que se supone que ella es mi lado valiente, atrevido, malvado y que es todo lo que yo no soy, pero a ella también le afectan mis complejos. Por lo tanto, ella también tiene miedo.
Estamos aterradas.

Clichés

Llevame al cine. Eso es un total cliché.
Llévame a cenar. Es un cliché aún peor.
Pero, cariño, seamos un cliché. Seamos eso que todos quieren ser. Seamos ese espejo de los demás. O seamos unicos. En lugar de cumplir con el cliché, llevame a algun lugar solo nuestro, estará bien tanto si es una cabaña en el bosque, como si es la vieja banca del parque al que vas a pensar. Entiendeme, más que seguir un cliché viejo, prefiero que creemos el nuestro.

Queda el interrogante. Queda la duda. Queda la pregunta pendiendo sobre mi cabeza como si fuera una aureola.
¿Te importa?  ¿Siquiera te interesa?
Porque a mi si. Porque yo quiero probar tu sangre y tus lágrimas. Porque yo quiero devorar tu ser y tu alma. Porque yo quiero ver tu furia, porque hay algo en ella que me atrae, que me fascina, que despierta esa parte de mi que suele estar dormida. No me preguntes por qué, ni siquiera yo lo sé, hay tanto de mi que desconozco. Solo sé eso, que me atrae, como la llama encandila a los insectos y los trae a sus dominios para  luego quemarlos, como las turbias aguas que no muestran su fondo esconden sirenas y magos, seres mortales y hermosos. Porque quiero averiguar si lo que escondes es tan malo como dices, si tus secretos son tan aterradores o si tu oscuridad no será acaso mi luz.
No importa cuanto trate de acercarme, no tiene punto. Tu sigues sin entenderlo y yo me escondo ante el resto del mundo, prefiero el silencio, prefiero el anonimato, prefiero que desconozcas los secretos que guardo.

Cosas que queremos que ocurran.

- .¿Quisieras salir conmigo?
¿Que? ¿Que esperabas que dijera si llevo demasiado tiempo esperando que hagas eso? Llevaba tanto tiempo aguardando por una señal, una pista, cualquier cosa que me dijera si era posible que sintieras algo de la confusión que me causas. No te extrañes entonces sí me quedo sin palabras o si mi voz se niega a salir. No es del todo extraño, tu me haces perder el rastro del tiempo, de los días, de las cosas. Haces que se me escapen las ideas en medio de una colisión de sensaciones tan grande como yo misma.
- ¿Lo dices en serio? -no pude resistirme a preguntar. No estaba entre mis posibilidades.
- Claro que es en serio. ¿por qué no iba a serlo?
- Porque nunca pensé que pudiera serlo.
- Y eso te confunde -no me estabas preguntando.
- Un poco, si.
- Puedes estar tranquila, te aseguro que no lo lamentaras.
Ya me había se perdido. Algo tenían tus ojos que hipnotizaba los míos y que perdía mis sentidos.
Pero claro, esto es un sueño. En mi realidad no pasa esto.

Entiéndeme, yo no sirvo para eso. Y mucho menos si tengo todas esas dobles señales que me hacen pensar que te importa pero que no tanto como yo quiero.

Ella me reclama. Dice que nos dejamos muy en evidencia con algunas cosas escritas. Pero no me importa, porque al menos aquí puedo decirlo. Así que si lo lees no importa, de todos modos lo diré. Quizá esa sea la única forma, porque me siento incapaz de decirlo ante tu mirada.

Me empiezo a sentir como la adicta a la que le prohíben su droga favorita.  Pero, y que me cuelguen si no, tu no eres mi droga ni yo llevo expuesta el tiempo suficiente como para desarrollar síndrome de abstinencia.

Tuve una idea bizarramente revolucionaria. No sé a quien más beneficiará aparte de a mi, pero sigue siendo buena idea.
Me colgaré del cuello o en la espalda, aun no sé dónde, un cartel que diga "Fácil de ilusionar" a ver si así me ahorro algunas rompeduras de cabeza.
No. No. No. No y no, querido elefante mio, no es broma. Realmente considero hacerlo  y todo, todo, TODO es por tu culpa.
En fin, creo que si lo haré. A todas estas no haría mucho daño y de paso le daría pistas a algunas personas respecto a lo que me hacen.
Creo que si.
No me importa andar con un cartel pegado... Ya lo he hecho otras veces.
No me importa que me miren raro, eso lo hacen todos los días.
No me importa excepto por la posibilidad de que al verlo, todo cambie.

Me pregunto si el chocolate de tus labios sabrá tan bien como aparenta. O si tu sangre será tan dulce como creo que será. Quiero saber si tus manos son tan cálidas como las imagino. O si tu aliento es tan adictivo como tus palabras. Quiero saber, aunque me cueste caro, si tienes tanto poder sobre mi como yo creo habértelo dado.

Como amo el que no me importe. Casi de la misma forma en que amo el recuerdo.

Sé que me lees. Esto es para los elefantes.

Yo sé que lees esto, maldición, total es tu culpa así que espero que lo leas.
¿Quieres saber por qué no dejo de pensar en la idea?
Porque nunca he tenido una cita. Nunca. No una que cuente como tal.
Y uno creería que es mentira, más si tenemos en cuenta las cosas que ya sabemos, pero es cierto.
Ni una sola.
Por eso, principalmente, aunque no limitándose solo a ello, es que no dejo de pensar en el hecho, en la posibilidad.
Porque tengo mil ganas y millones de ilusiones porque eso pase.
Porque el saber que podría pasar, o que podría no pasar, simplemente me impide pensar claramente.
Y es tu culpa. Así que asume la responsabilidad del desastre de emociones e ideas que me dejaste en la mente, tu, loca voz que refleja la parte buena de mi conciencia.

Otra vez.

Ella pensaba que todo estaba bien. Que era un juego sano y perfecto para nuestros vicios.
Claro, yo, la maldita voz de la razón en casi todo, le dije que no, que había algo que no encajaba del todo, que faltaban detalles.
Pero yo soy siempre la mojigata, la buena, la que nunca sabe nada de nada porque no pone la suficiente atención. Resumido. No merezco ser escuchada.
Ella siguió jugando, cada vez apostando más fuerte, cada vez dejándose llevar más y más. Ella perdió todo en una sola apuesta, en un solo instante de película, en un mili segundo y una mordida.
Ella, y yo también.
Ella pensó que no habría problema, que duraría, se equivocó. Yo también me equivoqué, porque le creí, porque escuché sus palabras y le hice caso. Porque me deje envolver en lo mucho que me gustaba, en lo llamativo de las luces.
Ella se cansó, se aburrió, se decepcionó, se hastió o qué sé yo. De un momento a otro todo dejó de existir, de importar, de tener valor. De un momento a otro simplemente ya no eramos más que solo nosotras dos. Y con ella, como siempre, yo también me decepcioné, me cansé, me perdí. No soporto y no logro entender qué es lo defectuoso en nosotras, qué es lo que está mal, o qué es lo que falta. Porque algo tiene que faltar, no concibo la idea de que simplemente las cosas deban ser así.
Ella sufrió, pagó su desencanto y su ilusión, y pagamos con creces.
Ella y yo.
A fin de cuentas somos lo mismo, mismo demonio, misma alma, misma necesidad.
Ella aprendió a vivir así, yo aprendí con ella.
Y, como si fuera una mala broma, ella hoy está pensando de nuevo en ello.
Hoy estamos nuevamente considerándolo, pensando al respecto.
¿Qué pasaría si...?
Es precisamente la pregunta que no debería hacerme, que no deberían hacernos, que no deberían permitirnos pensar. No. No. No. Es demasiado fácil volar, demasiado fácil caer, demasiado fácil derretirnos cerca de las llamas. Nos gusta demasiado el calor, el fuego, como para saber cuando alejarnos.
No deberíamos pensar en ello, no deberíamos estar cayendo en semejante espiral viciosa, después no sabremos cómo salir de ella, y sin embargo aquí estamos, cayendo más y más rápido. Sin ganas de escapar, sin ganas de librarnos. Permitiéndonos bajar al abismo de sus ojos.
¿Qué más da?
Ella no quiere evitarlo, yo, a pesar de tener que ser la razonable, la equilibrada y la responsable, tampoco; y por muy pocas ganas que tenga de romper otro corazón en pedazos, la curiosidad y las ganas de saber si quizá sea real esta vez, se hacen cada vez más fuertes.
Pero no estamos del todo seguras de querer caer en sus garras.
Corrección, no estamos del todo seguras de poder sobrevivir a ello.

A veces mi conciencia viene a reclamar. No, tal vez no ella, quizá es Belle, que tiene demasiado poder dentro de mi. Y ella grita, araña, rompe cosas y golpea las paredes de mi subconsciente.

¡Carajo! Creo que lo peor es no saber qué quiero decir pero saber que quiero decir algo.

Nosotras decimos que. . .

Tu no lo sabes, claro. ¿Como ibas a saberlo? Si ni siquiera yo puedo admitirlo. Me cuesta, demasiado, incluso reconocer las ganas que tengo de que todos tengan razón. Y no me asusta tanto la posibilidad como miedo me da mi propia debilidad. ¿qué? Soy humana, después de todo, y tengo mis propios vicios. Como tu, por ejemplo, con tu pasado, tus cicatrices y tus deseos. Y no se como hacerte saber, sin perder el orgullo, sin perder la cordura pero sin dejarte ir, que te pienso aún más de lo que puedo admitir.

A veces me pregunto quién puede más, si ella o yo. Entonces recuerdo que somos la misma, una sola, y que ella solo es el nombre que le dí a mis demonios. 

Seguimos sorprendiéndonos cada vez más. Por la fuerza de esta implosión, por el calor que produce la reacción, por la importancia que posee. Sigo sorprendiéndome.Sigue asombrándome. Y no me hago a la idea de que borres mis palabras y aún no lo sepas.

No se.

Tengo que confesarte el enorme, incontenible y aterrador miedo que me causa esta sensacion. Porque te pienso demasiado como para que no seas peligroso para mi cordura. Tu lo sabes. No me permites olvidarlo, no me permites respirar, no me dejas pensar. No se como ni cuando, se que te busco, que te persigo en mis sueños como una tabla de salvación. Se que eres más, mucho más que sólo una víctima. Eres tu quien al final decide si me salva o me condena. Y que me pierda, pero me gusta estar a tu merced.

No entiendo. No se ni para que me preocupo, al final del día todo acabara en la basura, igual que las promesas y los besos. Igual que los alejados juramentos, igual que los inexistentes te quiero. Igual que nosotros, igual que tu lugar en mi vida. Igual que los regalos que ya no te quiero dar para evitar que los arrojes a la basura junto con los pedazos de mi alma.

Lados malvados.

- ¿Puedes amar incluso mi lado malvado?

Me sorprendió tu pregunta, no tanto como el saber que dudabas de ello, pero aún así me sorprendió. No esperaba que te cuestionases al respecto. No esperaba que me cuestionases al respecto.
¿Qué si puedo amarte? ¿Que si puedo amar tu lado malvado? ¿Te has visto al espejo? Bueno, no. Quizá no al espejo, esto no es sobre como te ves, no del todo. ¿Qué? Soy humana. Me encanta la forma en que los músculos de tu espalda se mueven contigo, la forma en que tus ojos me miran y el modo en que tus dientes se clavan en mi piel. Pero no es únicamente sobre eso.
Es sobre ti. Sobre lo que eres. Sobre el demonio encadenado al ángel que llevas por dentro y que luchas por erradicar. Yo no te conocí siendo un ángel. Eras un demonio, un destructor, un ser salido de otro mundo. Algo oscuro, lleno de cicatrices y sangre. Yo te cuidé, te curé y me hice cargo del odio y el miedo que amenazaban con destruirte. Yo tomé tus alas y les quité el polvo, tomé tu rostro y limpié el mugre y la sal, tomé tus manos y saqué las esquirlas de cristal. Yo fui la que bebió tu sangre como si fuera agua y quien te dejo beber de la propia simplemente por hacerte feliz. Yo soy a quien no le importa si tengo que darte toda mi sangre, todo mi ser, para salvarte.
Yo soy la que primero conoció al demonio, al ser que escondes, y luego a ti.

- ¿Estás loco?

Estuviste a punto de marcharte. Entonces terminé la oración.

- Yo ya amo tu lado malvado. Fue lo primero que amé de ti.

Te quedaste, con una sonrisa tan radiante que casi olvidé que eras un demonio disfrazado de ángel. Casi.

Primera vez, aunque creo que no la última.

No os lo he dicho?
Soñé con él.
Pero no con esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar. No, no con él. Sino con ese-par-de-ojos-que-me-persigue. 
No recuerdo qué soñé, no exactamente. Tenía algo que ver con masajes, discusiones, proyectos o cosas así.  Solo sé que no fue esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar. Es más, llevo tiempo sin pensar en esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar. Y estoy muy feliz por ello. No me hace falta, no me causa nada, ni siquiera expectación. En cambio, ese-par-de-ojos-que-me-persigue, es otra historia.

Miedo y solo yo.

A veces no quiero pensar en lo que me espera.
Hay días en que me preocupa poner mis ojos en el posible futuro.
No sé a qué se deba, no sé si es por ti, o por ellos.
No sé siquiera si sea por mi.
Tengo miedo. Lo admito. Mucho miedo.
Miedo de perderme, miedo de perderte, miedo de que todo acabe y tu no me recuerdes.
Miedo a que el mañana no te permita seguir a mi lado, miedo a mi propio ser masoquista y torpe.
Tengo miedo a mis demonios y a mis ángeles, tengo miedo a mi misma.
¿A qué iba a temer sino era a mi?
Soy mi peor enemigo.
La principal sospechosa de mi destrucción, la principal causante de mi perdición.
Soy yo la que siempre se pierde, la que siempre se deshace, la que no sabe contener el aliento mientras espera.
Es a mi a la que tus palabras mueven como si fuera una hoja al viento.
A quien la curiosidad corroe como el óxido.
No entiendes.
Lo sé.
No importa.
Yo entiendo.
Entiendo demasiado bien, y eso es lo malo.
Entiendo a la perfección lo cerca que estoy volando del sol y las ganas que tengo de quemarme.
Entiendo demasiado bien lo mucho que quiero caer bajo tu embrujo.
Comprendo muy bien el salvaje anhelo de probar tu sangre.
Pero tranquilo, solo somos yo y mi constante masoquismo.
Solo yo y mi lado autodestructivo.
Solo yo y mis ganas.
Solo yo y el miedo de pertenecerte.
Solo yo y el miedo de quererte.
Solo yo y el miedo de no tenerte.
Solo yo y el chocolate.
Solo yo y mis dientes.
Solo yo y mis letras.
Solo yo y mis demonios.

Yo no sé por qué, pero me sigo preguntando cual es el interés en que haga lo que todos quieren.
¿Qué, porque no soy tu ya mi vida está mal?
Lo siento.
Pero te aclaro algo. No soy tu. No me gusta lo mismo que a ti. Es más, la mayoría de cosas que para ti valen la pena a mi me dan igual.
Entonces no entiendo. Sé que no es un concepto tan difícil de entender, por lo que solo me queda suponer que tienes una mente demasiado cerrada.
No.
Mientras no me prohíban mis pasiones, mientras no me quiten lo que amo, no veo razones para hacerlo.
No, no soy tu y no estoy desesperada por demostrar nada.
Al contrario, no necesito hacerlo.
Disfruto mi vida.
No, yo no soy como tu.

Premio de Kramer. Lo recibi ayer, y tambien lo respondí ayer, pero me faltaba publicarlo.

Kramer, del blog Photoshonki, me ha dejado este premio. Que es algo largo y, perdón pero he de decirlo: Tedioso. Pero claro, como mi otra opción es estar estudiando acerca de distribuciones de probabilidad para mi parcial y como no quiero hacerlo, me pongo a responder ya mismo.

Como todo, o casi todo, el premio tiene sus reglas.

1º Nombrar al blog que te ha nominado.
2º Contestar a las preguntas y hacer otras 22.
3º Nominar a 6 blogs.
1. Cuenta algo sobre tus seguidores.
Un 30 o 40% son amigos a los que les he pasado el link y curiosamente les ha gustado. El resto son fantasmas (como dijo Kramer) u otros bloggeros.2. ¿Tu primer blog?
Este mismo.
3. ¿Con qué intención lo abriste?
Tenia ganas de mandar el mundo a la porra y me pareció una buena forma.
4. ¿A qué edad empezaste a escribir?

Depende. Recuerdo que como con 7 u 8 años solía escribir canciones y eso. De la forma en que lo hago ahora, en octubre haran unos 3 años.5. Si fueras una lombriz... ¿dónde vivirías?

Mmmm... en SU patio.6. ¿Te han tratado bien los bloggers?
Bastante bien.
7. ¿Has hecho buenas amistades gracias al blog?
No se si amistades como tales, aún me falta tiempo para interactuar, pero he conocido muchos bloggeros geniales!
8. ¿Te consideras escritor/a?

Si. O por lo menos es sueño. Es como me siento.
9. ¿Quisieras acabar siendo famoso/a gracias a tus escritos?
Ojala y si.
10. ¿Cómo ves el tema de las editoriales?
Aun no lo he tratado.
11. ¿Qué te sirve de inspiración?
Casi todo. Lo que me pasa, lo que le pasa a mis amigos, una canción, una frase que escucho por ahí, un mínimo gesto o cualquier cosa. Aunque generalmente me inspiro más cuando estoy nerviosa o molesta, es cuando fluye más fácilmente.
12. ¿Grupo de música favorito?
Nickelback.
13. ¿Actor/a de la que estés enamorado/a?
Heath Ledger, Mark Rufalo, Robert Downey Jr., y, por supuesto, Gerard Butler.
14. ¿Qué género de lectura es el que más te desagrada?
La autoayuda. Detesto profundamente los libros de autoayuda o de autosuperación.
15. ¿Algún blog en especial que te sirva de inspiración?
Me encanta el blog de Cherka, creo que es el que más reviso.
16. ¿Si tuvieras un gato lo llamarías Guantes?
Mi gata se llama Luna. Quiero uno negro todito y lo llamaría Lucifer.
17. ¿Escribes por afición, o porque te gustaría algún día dedicarte a ello profesionalmente?
Ambas. Amo escribir, casi más que el aire, y sería magnifico poder hacerlo profesionalmente, pero es más por el amor al arte.
18. ¿Tienes alguna afición aparte de la escritura?
Me encanta dibujar, pintar y casi todo lo relativo al arte. Así como leer (Duh, obvio). 
19. En tu opinión, ¿cuál es la mejor historia que has escrito?
Para mi, creo que mis mejores obras (No logro escoger solo una. Uno no escoge entre los hijos, no de forma obvia) serían Ultima Pintura y ELLOS. Pero ninguna de las dos está terminada.
20. ¿Ahora estás escribiendo algo?

Muchas cosas. ELLOS, Ultima pintura, Una historia cualquiera, Campos en Guerra, Femme Fatale y mi recopilación de Cartas a Él. Entre muchos otros más.
21. ¿Te gustaría vivir tan solo de tus novelas?
De gustarme, si. 
22. ¿Qué te han parecido estas preguntas?
Tediosas. Ahora vamos con las de Kramer, que se ven un poco más interesantes.


PREGUNTAS DE KRAMER
1.¿Qué hora es?

 Las 10:37 PM
2.¿Te molestas los "premios" que incluyen cuestionarios?

De molestarme, no mucho. Pero si los que son larguisimos.
3.¿Por qué sigues mi blog?

Me gusta tu trabajo (tu=Kramer) jajaja
4.¿Alguna vez te preguntaste dónde está la otra mitad de Medio Oriente?

No, pero de ahora en adelante lo haré. No podré dormir esta noche.
5.¿Por qué el pollo cruzó la calle?

Dicen que para llegar al otro lado. Realmente fue porque estaba tratando de evitar que un grupo terrorista detonara una bomba.
6.¿Crees en los Reyes Magos?

Nope. Creo en mis papas.
7.¿Cuál es la raiz cúbica de 897.154?

¬¬ Calculadora, en seguida.... La respuesta es 947,1821367
8.¿Qué tipo de mascota prefieres: gato, perro, hamster, canario, cuervo, lobo, humano...?

Me gustan los perros lobo o siberianos. Pero definitivamente prefiero un humano.
9.¿A cuántas personas te gustaría asesinar? (Sin incluirme a mí)

Muchisimas.
10.¿Cuales son las características generales del movimiento plástico "rayonista"? 

Ni idea. Pero no tengo ganas de buscarlas :P11.¿Cómo se llamaba la novia de Parker Lewis?

¿Julieta Pancracia?
12.¿Qué película es peor, "Troya" o "Retroceder nunca, rendirse jamás"?

Solo conozco Troya, la otra ni idea. Troya no me parece TAN mala.
13.¿Cuántas páginas tiene la Biblia?
Em.... ¿Muchas?
14.¿Cuál es tu segundo nombre? (En caso de que lo tengas).
¬¬ Margarita
15.¿Y cuál es el segundo nombre de tu vecino? (En caso de que lo tengas también)
Maria
16.Si fueras condenado/a a muerte, ¿cuáles serían tus últimas palabras?

Probablemente las mismas que la dueña de mi apodo:

"¡Pueblo indolente! ¡Cuan diversa sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que, aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más, y no olvidéis este ejemplo...»(...)«Miserable pueblo, yo os compadezco; ¡algún día tendreis más dignidad!» "

17.¿Cómo se escribe el cero en números romanos?

Ni idea
18.¿Qué crees que cuenten las ovejas para poder dormir?
Personas, eso es seguro.
19.¿Qué significa la palabra "kwyjibo"?
¿Que no está claro? Significa Kwyjibo.
20.¿Quién o qué crees que fuiste en tu vida pasada?

¿Qué no esta claro? La Pola. Policarpa Salavarrieta.
21.¿No crees que 22 preguntas es mucho?

Demasiado.
22.¿Qué hora es justamente ahora que terminas el cuestionario?
10:48 pm

Los nominados son:


Esos los quedo debiendo. Todos mis posibles nominados ya fueron nominados, así que es de quien lo quiera.
Así como también debo las preguntas. Entiendanme, son 22 preguntas y hoy compré un kit de pinturas, tizas pasteles y cositas. Así que no, mi atención hoy no está en esto.


Listo.

Me derrito. Me ganan las miles de ganas de verle. Bueno, honestamente, ahora mismo tengo ganas de todo menos de lo que debo hacer. Pero, especialmente, quiero verle. Y nos derretimos.

Mi cumpleaños. Breve resumen.

Se acabó el día.
Pero me la gocé. 
Salí de la universidad en plan "asado y ya", nada de cosas complicadas. Me encontré con una super producción digna de una fiesta de quince años. Mis compañeros de la facultad estaban sorprendidos y me reclamaban porque no les había avisado que era algo así. YO NO LO SABÍA! Fue una enorme pero grata sorpresa.
Había una deliciosa fuente de chocolate derretido y muchas fresas. Cóctel, que a mis compañeros les encantó, pasabocas y más. Me quedé matada cuando llegó el pastel. ¡ERA UN LIBRO! Repito, UN LIBRO. Lo amé. 
Llegó muchísima gente, aunque no fueron todos los que pensé, hubo mucha gente. Mucha, incluso hubo gente que no tuvo sillas.
Había mesas muy lindas, y unas franjas de velo alrededor de las ventanas y la puerta. En serio, todo demasiado lindo para un cumpleaños normal.
Me dieron un ramo de flores. Me regalaron libros y mucho, mucho, chocolate.
Fue gente que no esperaba, gente que si, gente que no sabía qué esperar. Fue gente que me alegró enormemente el día, fue gente que me hizo muy feliz. 
¡Me llevaron mariachis! ¡¡¡Esa si que no me la esperaba!!!
Me cantaron La Vikina, Mi Niña Bonita (Que es especial porque mi mamá me la cantaba cuando era más pequeña -si, gente, he sido más pequeña aún.) Y cantaron Amigos. Que, por cierto, sé que lees esto y sabes que debiste haberte acercado a mi cuando sonó esa canción. Es más, debiste haberte acercado y haberme ayudado en ese momento.
Explico, no es que no me gusten los mariachis, me encanta la música ranchera y eso, pero lo de que me pongan un grupo de mariachis a que me cante y eso, pues no soy muy fanática de ello. Pero lo disfruté. Fue muy lindo. De veras. Y cuando llamaron a mis papas y en lugar de mi papá salió mi hermano menor, ahí casi lloré.
Los mariachis se fueron, yo seguí dando vueltas y saltos de un lado para otro. Pero la pasé muy, muy bien.
Ha sido el mejor cumpleaños que he tenido. Ha sido una magnifica forma de cumplir 18 años.
¿Mi queja? ¡Ninguna! Ni siquiera porque llovió y todo acabó en lluvia, ni siquiera eso dañó el día. La gente se sintió feliz con la comida, con todo y yo estaba en las nubes.
La lluvia es mi fiel compañera en cada cumpleaños, ella no podía faltar. Y, bueno, esa persona apareció y todo me pareció perfecto. No esa persona, otra persona que llegó antes. Esa persona que llegó con la lluvia por mi puede hacer lo que guste, no me importa ni me importará, ni siquiera si va de polizón en MI fiesta.
Amé mis regalos, mi collar nuevo, obra de mi demonio rosa y mi angelita, amé mis libros nuevos, obra de mis músicos amados, amé mis chocolates y mi tarjeta, obra de mi peque mordelon.
Amé todo.
Amé mi cumpleaños.
Amo a mis amigos.
Amo a mi familia.
Amo a Belle, que ella también cumple años, a falta de una fecha propia.
En fin, hoy soy feliz.

¡Ya llegó el día!

Ya llegó. Ya es hoy. 
Son las 11 am, un poco tarde, ya se, pero estaba en clase. Quiero decirte.


¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CHERKA! 


Ah, carajo. Que eso de no hables con extraños a veces no debería aplicarse, si no hablara con extraños ni viera paginas raras no me habría encontrado con la tuya ni con tu loca mente (que es genial). Así que, de una cumpleañera a otra, te deseo lo mejor. 


Que la pases increíblemente bien, sal a jugar, a bailar, vete de rumba, quédate en casa con amigos, lo que sea que quieras hacer: Disfruta tu día. 


Yo se que los días legalmente no se compran, pero hoy hace algunos años (no se cuantos) que naciste y eso merece celebrarse! 


Come frutillas, muchas frutillas, atragantate de ellas (por cierto, tendré una fuente de chocolate derretido y frutillas, una caja enorme de frutillas, para untar ^^ Estoy en el cielo).


Ríete, ríete mucho. Llora si te da la gana. Pero disfrútalo.


Che que me dicen que disfrute los 18, que no volveré a cumplirlos. 


Carajo! que no voy a volver a cumplir ninguna de mis edades anteriores, así que todas hay que celebrarlas y gozarlas! 


Bueno, Feliz Cumpleaños, Cherka! 
Para ti y para mi.

Sigue pasando

Soñamos con él, una vez más. Y una vez más no nos queda claro de qué él estamos hablando.
Pasado, presente, futuro. Seguimos sin saber a quién pertenece ese rostro, lo que si sabemos es todo lo que nos causa. Nos confunde, nos desespera, nos distrae y hasta nos envenena.
No sé qué pasa con nosotras que solo le vemos en sueños, pero no es tan malo. Creo. En sueños es lo que queramos, es lo que deseemos que sea, en sueños es nuestro.
Nuestra única queja. Los besos en sueños, al menos en los nuestros, no son tan buenos como en la realidad.
Las mordidas no llevan ese dolor dulce que nos gusta, ni el sutil sabor a sangre que siempre nos ha atraído.
Los arañazos no se marcan en tu piel, los golpes no dejan huella.
El placer se evapora y no se queda.

Ella y yo

Nosotras somos conscientes del desastre que llevamos por dentro. Del volcán en erupción, de la tormenta de nieve que no amaina, del maremoto que inunda todo lo que guardamos bajo llave alguna vez.
Si, nosotras sabemos. Nadie podría saberlo mejor que nosotras mismas, puesto que es a nosotras a quienes afecta, a quienes destruye.
Soy yo la que muere, la que grita, la que llora, la que rompe las cosas cuando le sacan el mal genio. Soy yo la que se siente morir cuando quiebran su burbuja y la que maldice enormemente por vivir dentro de la jaula. Soy yo la que empieza a pensar que es peligroso, que es un juego que puede volverse en mi contra.
Es ella la que ríe, la que salta, la que vive y juega. Es ella la que hace todo lo que yo no, es quien disfruta y tiene todo lo que a mi me niegan. Es ella la que cree que no es una mala idea, es ella quien piensa que puede ir más allá, es ella quien pide a gritos una oportunidad de ser libre.
Somos nosotras las que no sabemos cuando somos quien. Las que nunca hemos encontrado un equilibrio al enorme caos y a la gran confusión que juega con los limites de la cordura. Somos nosotras a las que pocos conocen como tal.
Soy yo la que da la cara, la que admite todo, la que esconde su yo y lo que este quiere.
Es ella la que se oculta, la que no muestra un rostro definido, la que no conoce más que sus propias reglas.
Soy yo la débil, la sensible, la buena, demasiado buena.
Es ella la fuerte, la fría, la mala, demasiado mala.
No sé por qué existe, no sé por qué no desaparece. Si fuera un simple producto de mi imaginación, si fuera solo la manifestación de mi desesperada necesidad, quizá ya no le necesitaría, quizá ya se habría ido.
Pero no es un capricho. No es un juguete. Ciertamente, no para mi.
Es mi vida, mi alma, mi contrapeso, mi némesis y mi antítesis.
Es todo lo que quiero, anhelo, necesito y deseo. Todo en uno. Todo en letras llenas de sangre y lágrimas. Todo en una vida que se escapa de mis propias manos.
Todo en ella, todo en mi.
Todo dirigido hacía un él que no lo sabe.
Todo para él que no nos conoce.
Todo para que sepa que, aún lejos, pensamos en él.
Todo para asegurar nuestra supervivencia.
Todo para que continuemos respirando.
Todo por ella.
Todo por mi.
Todo por él.

Letters from a damned. Letter from her.

And this she wrote, in the lonely bedroom.

Do you believe in fate?
Do you believe in predestination?
Do you believe in love?
Well, let me tell you, honey, that I do. I do believe in fate, I do believe in love, I believe on you.
I used to believe in us, I used to think about us as one of the eight wonders. I used to love you, I used to be yours. Now, I don't have an owner, I don't have a saviour, I don't have nothing but a bleeding heart in my chest.
Have you ever wondered how I am going to feel if I'm waking up every day in a house full of our memories?
Have you ever thought about how painful is for me to see all those children playing on the park knowing I won't have my own kid?
Babe, I used to ignore all those feelings when I was next to you.  I did. I forgot the pain and the loneliness just when I was next to you.
And now, now I don't have you. Now I can't hear your voice, now I can't hold you tight when I have nightmares at night.
I miss you and you don't even know how much.
But you're not here, you're not there. You're not in any of our places. I don't know where can I find you. I don't know what can I do now.
I don't know how to survive from now on.
But I will, don't worry. I'll be fine.
Just for you, just to keep that old promise I made when you left. I will.
I guess this is all.
Goodbye, honey.
I miss you, so much but you made your choice.
I love you. But you went away.
I need you but you abandoned me.
I love you but you're not mine anymore.

Ocurrencias de Belle.

Me empezaba a preocupar. Mi cabeza daba vueltas y más vueltas. Solo habían sido unos cuantos tragos, por favor. No debía sentirme así por tan poco, pero ahí estaba, luchando con el martilleo insoportable de mi cabeza y las arcadas que amenazaban con salir. Me levanté de la cama como pude y corrí hacía el baño.

Estaba casi segura de que no iba a llegar cuando una mano se posó delante de mis ojos sosteniendo un cubo de basura. Casi como un reflejo tomé el cubo y regresé todo lo que había ingerido la noche anterior, bueno, creo que no sería adecuado decir regresar, porque no estaba en su estado original, era una papilla viscosa y maloliente.
Una vez pude respirar tranquila de nuevo, levanté la vista. El dueño de la mano estaba ahí, a mi lado, con una sonrisa comprensiva y un brillo en los ojos que me decía que no podía venir nada bueno. No hice preguntas, me limité a bajar la mirada, completamente sonrojada por semejante despliegue de asquerosidad. Nunca había vomitado frente a un chico, mucho menos por causa del alcohol. Esa había sido la primera vez que me emborrachaba, no era posible que hubiera acabado precisamente así y, para colmo, junto a él.

- Espero que no te vayas a sentir avergonzada por eso -me dijo de pronto con esa suave cadencia de su voz.

¡Claro! El está ahí pidiéndome que no me avergüence y yo no sé qué decir. Es claro que para mi es algo embarazoso, nunca pensé acabar en su casa, en su cama, con su ropa y menos con su aroma pegado a cada poro de mi piel y en cada hebra de mi cabello. Tengo que admitir, aunque me condene por ello, que no me desagradaba mucho eso de amanecer en su cama. De hecho era delicioso, sabanas suaves, rastros de su calor corporal aun en el colchón. Pero despertar con esa urgencia de vomitar no había sido lindo. Despertar corriendo hacía el baño y encontrar con que él ya predecía mis necesidades había sido un poco más de lo que yo me esperaba. Me recosté contra la pared del pasillo, exhausta y apenada, y él se dejo caer a mi lado.

 - Hey, chica, no te incomodes. Te ves preciosa sonrojada, pero no quiero avergonzarte. Simplemente supuse que necesitarías eso -su voz, esa voz, tan dulce, tan tierna, cuidándome, siempre cuidándome.

- Esta bien -dije después de aclararme un poco la garganta. Los restos del ácido de mi vomito matutino seguían pegados a mi garganta y escocían un poco-. Es solo que no me esperaba eso. No quería que vieras que soy una salida de onda que jamás había tomado una gota de alcohol en su vida.

- ¿Y entonces anoche qué pasó? Porque déjame decirte, te comportaste extraño. No como la chica que me gusta.

La chica que... Dijo que le gusto. Él dijo que le gusto.Yo no sé cómo no se me reventó el corazón en el pecho. Cómo no me puse a dar saltitos o a recorrer la habitación bailando un vals imaginario. Un momento... ¿yo le gusto? ¿Así sin estar tomada ni nada? ¿Así como soy? ¡¿Entonces en qué macabro mundo estuvo mi mente que acabo pensando que eso era lo que a él le gustaba?!

- Pero ... -tenía que preguntarle- pensé que a ti te gustaban las chicas así, que tomaban e iban de fiesta y eso.

- Nena -sostuvo mi mentón con su mano derecha mientras la izquierda me acomodaba el cabello-, esas chicas no son más que una diversión de rumba. Y tu no eres una de ellas.

- Pero yo te vi...

- Me viste coqueteando -me interrumpió, yo agradecí la interrupción, temía decir algo estúpido, como tenía por costumbre al estar tan cerca de él-, eso no implica nada.

- No coqueteas conmigo -antes de poder controlarme mi lengua había soltado las palabras que reprimía furiosa.

- Lo he hecho desde que te conozco. ¿Qué no es obvio?

¿Obvio? ¿El coqueteaba conmigo? Ok, condenadamente distraída mente mía, ¿qué rayos haces que no lo ves? Estaba demasiado entretenida en controlar mis propias reacciones en frente suyo que no me di cuenta de lo que yo le causaba.

- Nena, mírame -ahí ya perdí la batalla, si yo estaba tratando de no dejarle ver lo perdidamente loca que estaba por sus ojos y su voz, por su retorcida mente que me elevaba al décimo cielo, ya no pude más. Le miré como un condenado miraría a su salvador -. Eres más de lo que alguna vez pensé poder tener y el que anoche no pasara nada solo se debe a que estabas ebria y yo te respeto demasiado como para algo así...

¡ Maldición! ¿No había pasado nada? Yo esperaba que al menos así...

- ¡Oye! Dile a tu mente que se detenga ahí mismo -sus palabras me frenaron en seco. ¿Podía leer mis pensamientos?-. No, no leo tu mente -empezaba a asustarme-, pero sé qué piensas. Eres un libro abierto. Y no paso nada porque no podía. No contigo en ese estado. Te juro que si un día vas a ser mía quiero que estés totalmente consciente para que puedas gritar mi nombre y arañar mi espalda.

¿He dicho ya que este hombre me hace sonrojar de modo insoportable? El sabía lo que me hacía.

En un ataque de coraje, reuní todo mi valor y toda mi determinación, así como todas las ganas que tenía de ser parte de su vida.

- Estoy consciente ahora.

Emitió un sonido apagado, casi como un gemido, y se abalanzó sobre mi boca poseyéndola y reclamándola como suya. Muy tarde me dí cuenta de que acababa de vomitar, cosa que no le importó, o de que llevaba aun la misma ropa arrugada de la noche anterior. Solo podía pensar en él, en sus manos en mi cintura, en mi espalda, en mi cabello; en su torso desnudo y en espalda musculosa. Solo podía concentrarme en recorrer con mis manos cada centímetro de piel que pudiera hallar, en marcarlo como mio.

- Dime que es esto lo que quieres. Dime que lo has deseado tanto como yo -me rogó separándose de mi boca-. O dime que pare, dime que esta mal y que debo detenerme. Pero dime qué hacer porque no puedo decidir. Maldita sea, deseo esto tanto que no puedo pensar.

- Si lo deseo. Más que nada -le dije mientras volvía a posar mi boca en la suya.

No hace falta decir que mi ropa salió volando, o que descubrí que amo el tatuaje que lleva en la espalda, o el increíble arranque de ternura que me poseyó al ver la cicatriz en su tórax, esa que casi lo mató una vez. No hace falta que diga que, al clavar mis uñas en su espalda, por fin pude marcarlo para mi, por fin pude hacerle mio. Que al escucharle decir mi nombre una y otra y otra vez, me sentí tan completa como jamás me había sentido y que las huellas de sus mordidas son mis tatuajes personales desde ese momento.

Y, por supuesto, sobra decir que ahora su aroma es parte de mi, pegado a mis poros y mi cabello como mi propia esencia.

Y todo eso me gusta.

Si me tientas pierdes porque te juro que no me conformo con nada menos que puro, loco y desquiciado amor. Y haré hasta lo imposible, si eso quiero, para llevarte a ese estado. Así que no juegues, si no estás dispuesto a perder.

Hay cosas que no hago, no importa cuanto chocolate haya de por medio.

Hay cosas que hago, no importa cuanto chocolate haya de por medio.

Eso no fue por el chocolate.

Don't break my heart before I give it to you. 
And yes, I'm talking to you.

De toda la gente posible, tenía que ser esa persona. La de cosas de mi vida.

No sé qué decir.

Pero creo, supongo, que tengo que decir algo.

Perdón. 

No, creo que no es la palabra adecuada, pero no sé qué debo decir en esta situación.

Es que sinceramente, no se supone que leyera eso. Eso era mío, para mi y solo para mi. Era mi forma de pedirle a mi mente que entendiera el caos que lleva dentro desde hace un tiempo, era mi forma de distraerme del tedio, era mi forma de dejarme llevar un poco.

No tenia que ser visto por nadie, yo lo sabía, sin embargo no fui capaz de destruirlo, era lindo. Así que lo guardé. Grave error. Lo vieron. Que vergüenza. No sé qué decir. Cosa extraña. No dijeron mucho al respecto. Me puse nerviosa. Eso es aún más raro. Me hicieron sentir intimidada, curiosa y apenada. Todo al tiempo. 

Belle reclama, se queja de que no la deje salir a despotricar y a gritar a gusto. No puedo, le digo. Sé qué es lo que ella haría, ya lo hicimos una vez y no acaba demasiado bien. Somos inconstantes, Belle, demasiado. Somos volátiles, somos diferentes, somos nosotras. 

Belle, ya nos pasó una vez. No nos gusta ser las malas del cuento, recuerdas. No nos gusta ser las rompecorazones, esa es nuestra Femme Fatale, no nosotras. No somos las brujas ni queremos cubrir el papel. Así que respira, cariño, tómalo con calma.

Vamos, nena, que tenemos cosas más importantes ahora en las que pensar. El acelerado latido puede esperar un poco más.

Algo viejo que encontré hoy.

Esto lo escribí hace rato. Bastante rato. Pero apenas hoy lo encontré. Vale la pena subirlo, después de todo, creo que merece saber lo que pasó.


Sabes, cariño, aún pienso en ti.
Todos los días,
con demasiada frecuencia, tu recuerdo cruza mi mente y la anega.
Pasaste como un meteorito, o quizá yo te convertí en ello.
Fuiste una pequeña luz que brilló en mi cielo.
Aún te veo pasar,
con tu caminar acelerado,
con tu andar distraído y
siempre con los labios cerrados.
Que quien habla sola soy yo, no vos.
Quien salta y juega soy yo y tu no.
Que quien llamó tu atención fui yo,
tu solo fuiste el improvisado cazador.
Que quien rompió las cadenas y el corazón,
fui yo.
Y claro, justo ahora, me acuerdo de vos.

No sabes como odio que mis palabras sirvan en mi contra.
No sería malo si no fuera por lo difícil que es hallar alguien que entienda sin conflictos.
No se trata de catarsis, por lo menos no de una forma totalmente clara y precisa. Mas que transcripciones son adaptaciones, un basado en algo. Algo que veo, algo que alguna vez sentí, algo que alguna vez escuché. No soy yo, no del todo, y no todos los Él son el mismo ni todas las yo somos yo.
No me entiendas, es normal. Pero entiende que me pone nerviosa y me avergüenza  no por mis palabras sino por saber que probablemente pensarás que soy una volada salida de quien sabe qué nube. No, no me muero y  tampoco me derrito, aún. Simplemente necesitaba un punto de partida, un inicio, y eso usé.
Y ahora mis palabras están en mi contra y mi sangre me delata gustosa.
¿Y yo?
Pues aterrada. Aterrada porque sé que todo lo que ahora es solo letras e inspiración de pronto puede ser verdad.

Conversaciones Interesantes XXXVI

- No creo que debamos, Belle. No sería muy buena idea.

+ ¿Desde cuando hacemos caso a la conciencia?

- ¿Desde nunca?

+ Exacto. Peores ideas hemos tenido.

- ¡Pero por eso! ¿Qué no aprendiste nada?

+ ¿Y tu si?

Cosas raras con las que sueño III

Que no, carajo. Que no es justo. En lo absoluto.
Otra vez soñé con esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar.
Y todo va de mal en peor porque si las noches anteriores solo soñé con su presencia, anoche estuve entre sus brazos.
Me explico, porque hasta yo me hago bolita al pensarlo.
Estaba en un centro comercial o algo así, en la zona de juegos. Esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar estaba sentado a mi lado, con uno de sus brazos alrededor de mis hombros. Parecía que otra vez teníamos lugar en la vida del otro y por lo visto había sido iniciativa mía. No tengo claro como llegamos a eso, no recuerdo mucho del sueño, pero dudo que las cosas sean así en lo que se supone es mi vida despierta. No, yo no quiero volver a la vida de esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar y menos aun ahora.
En fin, por cierto esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar en mi sueño tenía ya tres piercings. Uno en la lengua, uno en el labio y el de la ceja. El de la lengua me tramó, lo admito, nunca he besado a nadie con uno, pero no quería empezar la lista con él.
No te distraigas, Belle, sigue contando.
Pasó que al parecer yo mencioné a otro-personaje-que-no-quiere-saber-de-mi y que esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar se puso celoso. Yo odio mucho las escenas de celos, ¿por qué? Che! Porque nunca traicionaría a alguien con quien estuviera saliendo y me reputea que piensen eso, aunque sea solo en sueños.
Continúo mi narración.
Le dije que no, que ese otro-personaje-que-no-quiere-saber-de-mi y yo casi no habíamos hablado, que fue solo por obligación y que no importaba. Que no me importaba más.
Supongo que también debí haberle dicho que el mismo ya no me importaba más. Que no me interesaba siquiera su piercing en la lengua. Pero no lo hice, por esa cosa de los sueños que te impide hacer o decir lo que realmente deseas.
Luego de eso alguien me dijo que era tarde. Decidí irme. Le dije a esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar que me iba, no quiso, dije que no me importaba si quería o no, que yo me iba.
Me fui y en el camino desperté.
Otra vez, lo más curioso de todo fue que, incluso con sus brazos rodeándome, yo solo podía acordarme de esos ojos que me persiguen de un tiempo a acá. Extraño, cierto. Que sea la tercera vez que me pasa algo como eso.
Raro, que me importen más esos ojos que esos viejos actores de mi obra de teatro.
Raro, pero lindo.
Raro, pero tierno.

Ya dije que me encanta? 

No?

Pues me encanta! 

Y me ha felicitado!

Cinco días!

Que ya lo dije, Cherka es genia! jaja

Cinco días, Cherka. Cinco días y tendrás nueva edad. (Que no sé cuantos serán).

Secret Valentine

Dulces besos y vino, grandes amigos mios, finalmente nos enredamos.
Nervioso, timido, por el momento en que vendremos a la vida en esta noche.
Mi amor secreto.
Vamos a escribir una canción para apagar las luces.
Tu y yo, lentamente, empezaremos a sacudirnos por dentro.
Cierra los ojos, deja que tu respiración se acelere, no desperdicies el tiempo.
Sabemos que no es algo inútil.
Quedate, permanece aqui.
No te preocupes, te amaré incluso con las primeras luces de la mañana y cuidaré de ti esta noche.
Escribiremos una canción que apague las luces.
Tu y yo de pronto nos sacudiremos desde lo más profundo.
No hay tiempo que perder, deja que la respiración se acelere, cierra los ojos.
Esperemos que nada de esto sea inútil.
Cuando la culpa me llena, cuando deshace mi mente, cuando me convierte en un muerto.
Tu me levantas de la tumba, haces que vuelva a la vida.
Dulce amor.
Mi amor secreto.
Escribe conmigo esta canción, apaga conmigo las luces del mundo.
Tu y yo repentinamente nos movemos juntos.
No desperdiciemos el tiempo, mira como la respiración se acelera, cierra tus ojos.
Sé que esto no es inútil.

Mi versión de "Secret Valentine - We the kings"

Gotta be somebody

Esta vez me pregunto qué se sentirá encontrar a esa persona, el que todos soñamos, incluso si los sueños no son suficientes.
Así que estaré esperando por esa realidad, lo sabré al sentirlo, el momento en que nos conectemos.
Será como una película salida de la pantalla.
Así que sostendré el aliento, hasta el momento final, hasta que encuentre eso que siempre esperé.
Porque nadie quiere ser el ultimo.
Porque todos queremos importarle a alguien.
Alguien a quien ponerle mi vida en las manos.
Tiene que haberlo.

Porque nadie quiere ser el ultimo.
Porque todos queremos importarle a alguien.
Alguien que sienta lo mismo en alguna parte.
Tiene que haberlo.

Esta noche en el exterior, bajo la luz de la luna. Se siente condenadamente bien, solo tu y yo.

Será como un Dejá vu, estando tu y yo.
Así que dejaré de respirar, hasta ese momento final.
No te rindas, mientras buscas ese diamante en el lodo. Nunca sabrás cuando aparecerá pero asegúrate de sostenerlo fuerte, porque podría ser ese que buscas.
Y nadie quiere ser el ultimo.
Todos queremos saber que le importamos a alguien.
Que hay alguien a quien amar con la vida.
Que debe haberlo.
Porque nadie quiere ir por su cuenta.
Todos quieren saber que no están solos.
Que hay alguien en el mundo que siente lo mismo.
Que tiene que haberlo.

Mi versión de "Gotta be somebody - Nickelback"

Savin' me

Las puertas de esta cárcel no van a abrirse para mi y me arrastro sobre mis manos y rodillas mientras trato de alcanzarte.
Estoy asustada, demasiado asustada, de estas cuatro paredes y de esas barras de hierro que no pueden contener mi alma.
Todo lo que necesito eres tu, todo lo que pido eres tu.
Por favor, ven, te llamo.
Por favor, ven, estoy cayendo.
Por favor, ven, estoy gritando.
Muéstrame que se siente ser el último que quede en pie, muéstrame lo bueno, enséñame lo malo, y te mostraré todo lo que puedo llegar a ser.
Dilo por mi.
Dímelo.
Y dejaré todo atrás.
Dime si vale la pena salvarme.
Las puertas del cielo no se abren para mi y con estas alas rotas voy cayendo, todo lo que veo son tus ojos.
Los muros de esta ciudad no guardan amor para mi, estoy al borde de esta historia.

Todo lo que necesito eres tu, todo lo que pido eres tu.
Por favor, ven, te llamo.
Por favor, ven, estoy cayendo.
Por favor, ven, estoy gritando.
Muéstrame lo que es no ser la última en la lista.
Dime qué es bueno, qué es malo.
Permiteme enseñarte todo lo que soy, todo lo que tengo.
Dilo por mi.
Dímelo.
Y dejaré todo atrás.
Dilo por mi.
Dime si vale la pena salvarme.

Mi propia versión de "Savin' me - Nickelback"

Someday

¿Cómo paramos aquí? ¿Por qué no supimos que había algo perdido?
Desearías poder regresar todo, desempacar las maletas, últimamente llevamos demasiado de ello, no creas que es muy tarde.
Nada esta mal, solo mientras tu sepas que un día lo seré. Un día lo haré bien, un día haré lo correcto, solo que no aún.
Tu eres la única persona que sabe cuando.
Espero que ya que llegamos a este punto, podamos al menos decir todo eso que vinimos a decir, para que podamos quedarnos.
Ahora la historia está así, como una novela barata, reescribamos el final y quitemosle la parte de horrorosa película de Hollywood.
Nada estará mal mientras sepas que algún día lo haré. Algún día y de alguna forma lo haré bien, algún día pero solo tu sabes cuando.
¿Cómo rayos paramos aquí? ¿Por qué no vimos las señales?
Algún día, ya te lo dije, no sé cómo ni cuándo, pero encontraré la manera de hacer las cosas bien, encontraré la manera de ser.
Tu, solo tu, sabes y sabrás cuándo y como ha de ser.

Mi propia versión de "Someday - Nickelback".

Into the night

Suena una y otra vez en mi cabeza que tu eres ese regalo del cielo que me salva del infierno.
Que tu eres ese fuego dorado que vino a sacar el demonio de mi interior.
Y hubo tambores en el cielo cuando te movías hacía mi y todas las almas de la habitación cantaban con nosotros.
Y decíamos que si, oh si, mientras bailábamos hacía la noche.
Como las piezas de un puzzle que caían en su lugar, y se podía ver lo que sentíamos reflejado en nuestros rostros.
Girábamos en silencio, con la luna en el fondo de la mirada, y no quedó espacio entre nosotros que no fuera cruzado.
Y olvidamos el lugar, igual que el paso del tiempo, y volamos hacia el viento y danzamos hacía la oscuridad.
Y decíamos que si, oh si, mientras bailábamos hacía la noche.
Como un regalo del cielo, para salvarme de la perdición, era amor proveniente del paraíso para sacarme de este infierno.
Llevaba fuego en el alma, y era fácil de ver como el mismo demonio salía de mi ser.
Y decíamos que si, oh si, mientras bailábamos hacía la noche.

Mi propia versión de "Into the night - Santana & Chad Kroeguer".

Tenía que pasar. Tenía que ser.
No entiendo por qué es tan necesario que todo sea tan obvio y a la vez tan confuso.
Que me cansa ser la última en saber algo cuando para los demás es sumamente claro.

Cosas raras con las que sueño II

Otra vez! Carajo, esto va de mal en peor.
Por lo menos la noche anterior fue una cosa por vía chat, no fue personal, no fue tan dramático.
Pero que esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar me saliera de nuevo en sueños anoche, y ya si fuera real, osea en frente mio y todo, es el colmo de los colmos! Y mira que yo soy el colmo en muchas cosas.
Traduciré para que se entienda.
Anoche soñé que estaba de viaje, yo no sé en qué país salido de qué imaginación. Y que también era navidad. Era como estar de viaje con la familia solo que me pasaba como en las películas, si, esas donde ves que un momento el protagonista está solo y al siguiente tiene un flash back donde está con mucha más gente en el mismo sitio, bueno eso. Era un constante alterne de realidades que me mareó un poco. En fin, esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar estaba por ahí, no sé exactamente en cual de las realidades, y había algo con un mensaje de texto y una cierta cosa de extrañarle que no sé qué me daba. No, no le extrañaba, eso lo sabía, durante todo el sueño fui consciente de un par de ojos claros que me perseguían y me cautivaban. ¿Cómo iba a extrañarle con eso detrás de mi? ¡No podía! Entonces no sé qué fue. Me desperté luego y eso es todo lo que logré recordar.
Cosas raras estas, es casi la octava vez que sueño con esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar sin embargo no le extraño, no le pienso, ya ni siquiera me pone nerviosa.
Cosa rara esta, es la segunda vez que esos ojos están en mi subconsciente del sueño.
Cosa aún más rara, me gusta eso.

Cosas raras con las que sueño

Y se me ocurrió que de pronto no era tan malo eso de que estuviera soñando. De pronto tenía sus ventajas, como el saber que al abrir mis ojos nada sería real, como el saber que no eras tu realmente.

¿Qué pasó?

Fácil, mi malvado subconsciente nuevamente se ensañó contra mi. No, esta vez no me hizo pensar en cosas que perdí, esta vez me causó sueños extraños, demasiado extraños.

Relato mi sueño porque definitivamente no quiero que se me olvide.

No sé qué estaba haciendo, era mi casa, alguien que se parecía a mi madre, llamémosle madre-del-sueño, y un computador.

Al parecer mi madre-del-sueño había entrado a una de mis cuentas en redes sociales y había enviado un mensaje a esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar. Aquí me sale una duda, cómo dio a parar con esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar si esa persona ya no habla conmigo, de hecho hace varios meses dejó de existir en mi universo, no me lo explico. En fin, al parecer su mensaje decía algo sobre qué debía hacer yo para que esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar y yo volviéramos a involucrarnos en las vidas del otro. Aclaro que creo que mi madre-del-sueño lo hizo por tener bases sobre las que reprenderme, porque no sé de dónde infirió la existencia de esa persona.


Esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar respondió al mensaje, al parecer pensando que si provenía de mi, con una gran lista de cosas que nunca hice y que debería haber hecho, rematando al final con la pregunta de si estaba dispuesta o no a hacer todo aquello. (Esto fue de lo más extraño, por que sé muy bien que esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar no quiere que yo siga formando parte de su vida después de lo ocurrido, así como también sabe que yo nunca haría nada de lo que me pidió. Traducción: esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar me extraña). La parte más curiosa aquí es precisamente la sensación que tuve cuando esa-persona-que-no-me-gusta-nombrar respondió el mensaje. No me dolió ni me incomodó, simplemente me entristeció el hecho de que le volvería a romper el corazón, esta vez con menos intención que antes, y no me gustaba la perspectiva de ello.

El sueño continuaba, porque mi madre-del-sueño, después de ver la respuesta de esa persona, se empeñó en castigarme y regañarme por mis acciones, así fue como terminó recurriendo a la violencia física (es el primer sueño que tengo donde alguien realmente me golpea) como supuesta forma de corregirme. Se suponía luego que le comprase unos pasajes aéreos por Internet, sabría Dios a dónde se iba porque yo no, pero yo no lo hice, otro motivo más para ensañarse conmigo. (¿Qué hice? Nada. Sea o no sueño no me atrevo a ponerle mano a alguien parecido a mi madre).

Me desperté antes de saber qué quería decir todo aquello, pero quedé con la duda.

Aun no me decido si los sueños son predicciones del futuro o retratos que hace el subconsciente de nuestros deseos, si es la segunda, no se qué rayos quiso decir mi subconsciente con ello, y si es la primera espero eso no suceda, sería problemático.

Y ya, ya sé que a pocos les interesa esto, pero es que a mi si.  Y esto es sobre lo que me interesa a mi.

Yo no me la creo, nunca lo he hecho. Hasta que es demasiado tarde y me pierdo dentro del juego.

Tener ideas... tener ideas... ponerlas en papel ya es otra cosa.

Y hablando de demonios. Me gustan, me gustan muchísimo. Aunque más que demonios me gustan las personas que los poseen. ¿Por qué? ¿Porque son más interesantes? ¿Porque son más reales? ¿Porque son como yo? O simplemente porque es así.

Raro.

No, no, no, no y no.
Esto no va de nada en especial, solo quiero gritar. Solo quiero casi que llorar.
Hoy fue demasiado bueno como para poder ser cierto. Demasiado raro.
Fue como una explosión de energía, de alegría, en mi interior al ver mi fantasma y no sentir nada en su presencia, ni después de ella.
Fue lo más extraño del mundo, y mira que yo soy extraña, porque no estoy acostumbrada a la timidez, a los nervios, a la vergüenza. Porque no me gusta sentirme así por nadie que no sea yo, porque no me gusta ser el objeto del psicoanálisis, porque me sentí cohibida y temerosa. ¡De ti! De tu opinión. Eso no tendría por qué importarme tanto.
Fue demasiado, demasiado, para lo que suelo soportar. ¿Cómo me quito la sonrisa estúpida? ¿Cómo me deshago de la mirada que me quema por dentro, de las manos que aun siento alrededor?
¿Como saco de mi cabeza algo que se niega a irse?
En fin. Quiero gritar. Porque mi resolución flaquea y yo con ella.
Porque no sería malo, en absoluto, sería incluso demasiado bueno.
Demasiado para ser cierto.

Yo NO soy un robot. No soy la encarnación de todo lo bueno y perfecto, y mucho menos quiero serlo. Soy humana, entiéndelo, tengo fallos y errores, tengo aciertos y desatinos. Si lograras entenderlo y dejaras de pensar que todo en mi será siempre el 100 perfecto, entonces podría irnos mejor. Hasta entonces, cambio y fuera. Sigue viendo la máscara que yo sigo buscando con quien quitármela.

Llueve ^^

Este es, precisamente, el tipo de días que amo.
Es el tipo de cosas que adoro. Lluvia, frío, agua cayendo, pequeñísimas lágrimas que caen desde el cielo bañando lo que tocan. No me preguntes el por qué, sigo sin estar del todo segura. No se si se debe a la oscuridad que envuelve al mundo o al aura de necesidad que llena los rincones. No  se si atribuirlo a mi loco y desquiciado amor por lo fuera de lo común, o si a mi constante necesidad de sentir, de tener, de querer. No lo sé, y no me importa. No me importa en absoluto porque es así de simple, así de sencillo, no me muero por la explicación, no desespero por la causa. Simplemente disfruto el ser, el olor a tierra mojada que llena mis pulmones, el sonido repiqueteante de las gotas cayendo en los tejados, la visión gloriosa de las plantas bañadas por gotas de anhelos incumplidos, el sabor dulce de una porción de cielo y un par de brazos rodeándome y diciendo te entiendo.