Si, yo sé, amor que debería estar haciendo miles de otras cosas. Yo sé que mi conciencia, que por cierto he amordazado por el día de hoy, esta gritando y pateando por que la dejen salir. Pero no puedo, no quiero. Llevo demasiado de los últimos días dándole vueltas al mismo asunto, repasando una y otra vez en busca de errores, en busca de correcciones, en busca de pistas para mejorar las cosas. Tu mejor que nadie sabe lo mucho que eso me desespera, no porque no quiera mejorar sino por ser la única interesada en ello. Entiende el concepto! Si no muestras interés, yo asumiré todo el trabajo y, gracias a que soy prácticamente incapaz de decirle a alguien lo que realmente pienso o lo mucho que me molesta algo, acabaré mostrando mi sonrisa más gastada y agradeciendo que al final al menos se preocupen en entregar lo debido.
En fin, estoy desvariando. Pero a falta de alguien de carne y hueso a quien morder, querer, consentir y contarle acerca de las travesuras y gritos de mis demonios, solo me quedas tu.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.