31 oct 2013
¿De una sonrisa tímida?
30 oct 2013
Lo que parece hoy, doy un paso y es ya mañana, fallan mis planes mientras se hacen aire las semanas.
Queremos ser mejores, creemos ser mejores, y esta película de acción nos vuelve los actores.
29 oct 2013
Y te jode porque entiendes.
Yo, que odio llorar y que no dejo que mucha gente vea mis lágrimas, me vengo abajo porque entiendo el por qué lo hace y eso hace todo peor.
Entender que alguien simplemente escoja irse por encima de las palabras, de los significados, entender que ni siquiera consideren explicarse, duele.
¿Saben qué es lo peor de algo cuando se acaba? Que se acaba.
Y seguimos mintiendo y decimos 'no te preocupes, yo estaré bien'.
Y todos sabemos que no es cierto. Claro que nadie lo dice, no quieres destruir a quien se va, quieres que pueda irse en paz y rehacerse en cualquier otro sitio.
Sin embargo de noche, cuando le mencionan, es bastante inevitable extrañarle, pensarle, entender que perdiste alguien valioso porque si, porque te malentendieron, porque te ignoraron, porque quisieron irse sin una maldita explicación.
Las lágrimas más amargas, a mi entender, son esas. Las de añoranza, las de sentirte solo porque no hay quien esté cuando grites para darte un abrazo y decir que todo irá bien. Son las del karma, esa bruja malvada (tiene que ser mujer para ser tan cruel) que no deja que vivas sin pagar con sangre cada error.
Amiga.
Que dulce y sencilla suena esa palabra.
Tengo ganas de salir, involucrar alcohol en la ecuación y ver si perder la conciencia me ayuda a dejar de sentir al menos unos segundos.
Lo que más me jode es que yo entiendo y eso no es bueno.
Sé que puedo no ser tan valiosa o importante, soy sumamente reemplazable y me jode.
Duele mucho entender que puedes comprender como alguien ya no te quiere en su vida sin culparle, sin odiarle, sin siquiera querer reclamarle.
Uno entiende que la gente simplemente desee marcharse porque no vales lo suficiente y eso te jode, eso te deja al borde del abismo.
Y, como cuando se busca la forma de salir del abismo no encuentras asidero, no quieres acudir a aquellos que no conoces porque ¿quién necesita que alguien más le rompa el alma?
Te jode, porque después de una vida viendo como todos se van, es casi insoportable perder a alguien más. Te jode porque te deja incapaz de querer a alguien más porque se irá, tarde o temprano.
Te jode porque al final los entiendes, nada duele más que eso.
Vivimos buscando un espacio donde el quiero no sea equivalente a un no debo.
No es sencillo. Queremos cosas distintas, queremos cosas poco usuales. Cosas alternativas.
Recuerdos y recuerdos que me sugerían que de todas formas algún día diré ...
Que irracionales somos los humanos, enamorándonos de aquellos que nos van a dejar atrás.
Y no es por mi, hoy es por ella, por esa vieja amiga que acaba de aprender que el amor duele como no tiene idea.
La anterior fue la entrada 777, ya conocen mi manía con los números repetitivos. En fin, suerte.
28 oct 2013
Conversaciones Interesantes XLVI
- ¿Por qué debería?
+ Porque no respondo de lo que pase. Estamos en público.
- Va, y a mi me debe preocupar eso porque ...
+ Porque nada, es a mi a quien matarían.
- ¿Quién ha hablado de matar?
+ Ese mismo que te ve y te rompe las costillas a abrazos.
- A él no le importa que yo juegue.
+ ¿Conmigo, precisamente?
- Claro, en vos confío.
+ ¿Y si yo no confío en ti?
- ¿No confías en mí?
+ De hecho si pero ...
- Entonces cállate y juega conmigo.
+ No quiero jugar.
- ¿No quieres saber por qué dicen por ahí que mis mordidas duelen?
+ Bueno ...
- ¿No quieres saber si de verdad saben a chocolate?
+ Yo ...
- ¿No te da curiosidad ver si encajamos tan bien como al hablar?
+ Eh ...
- ¿Quieres, entonces, pedirme un taxi para que pueda irme y dejarte en paz?
+ Juega conmigo.
- No, creo que me voy.
+ Juega conmigo, rayos.
- Tu no querías jugar.
+ Sería porque soy idiota. Vamos.
- ¿A dónde vamos?
+ Es lógico. Vamos al sur.
- ¿Y jugarás mi juego?
+ ¿Qué otro puedo jugar?
- ¿Y las consecuencias?
+ Vamos a jugar y ya. No hay más.
- Perfecto.
Sonreía, quería jugar un poco con alguien a quien no le importaran las consecuencias y se encontró un jugador perfecto. Prometía diversión.
Resumen diario
Canté con el alma esa canción que me ayudó a creer que después de él había más.
Hablé con aquellos amigos que te recuerdan lo bueno que es no inhibirse.
Cumplí un viejo deseo.
Me encontré con quien hacía tanto no veía.
Creo que me rompieron dos costillas.
Y prometo sacarme la espina que por juguetona me clavé un día.
Lo sabemos.
Conversaciones Interesantes XLV
- Quiero verle.
+ No puedes.
- ¿Por qué?
Suspiro. Esa pregunta. Había una vez alguien que amaba que ella hiciera esa pregunta. Hoy no.
+ Porque él tiene su propia vida y tu no entras.
- Entiendo.
Sus pucheros se me clavan en el alma.
+ Calma, quizá, como antes, puedas verlo por ahí.
- Si, eso bastaría.
Y ahora es su sonrisa triste la que llena mi vista. Duele, como duele respirar.
26 oct 2013
La historia junto a Rochy.
Lo deje ir.
25 oct 2013
¿Cómo carajo arruinan mi escritura? Pues haciéndolo.
Pues se puede. Punto.
Y la parte mala que llevo dentro se regocija en su crueldad, y la parte buena que tengo está lo suficientemente cabreada por no poder seguir escribiendo como para que no le importe mucho.
Mi lado cruel no se va tan rápido. La furia se va, la rabia, el dolor, la tristeza, todo eso se puede desvanecer en cuestión de horas. ¿Mi crueldad? Esa tarda mucho más, a ella le gusta quedarse y, dado que sale tan pocas veces, es difícil hacerla marchar.
Gracias, jodídamente gracias, acabas de ser la cereza para el peor día de la semana.
Yo no sé dormir estando cabreada, no sé moverme estando furiosa. Carajo, como odio esos comentarios.
Y un cuerno. Al diablo con ello, no, no es solo un desgraciado corazón roto lo que me mueve. ¿Con eso se vive, sabes? Si, te jode, te jode mucho cuando quieres querer de nuevo, cuando quieres intentar algo nuevo, pero se vive. Y carajo, las preguntas que puedan venirme a la mente no tienen nada que ver con toda la porquería de relaciones que haya tenido. Pfff. Como si alguna vez hubiera necesitado una carta blanca. Si tengo curiosidad, pregunto, si me responden, bien, si no, también. Eso no me va a matar.
Era un juego divertido, si, pero hay comentarios que podías mantener de dientes para adentro.
Resumen, estoy cabreada y tengo muchísimas ganas de ser cruel. Pobre mundo que se acerque a mi, no estoy de ánimos para sonreírles bondadosamente.
Gracias, jodidas gracias, acabas de despertar uno de los aspectos que más odio de mi.
Largo.
24 oct 2013
Teoría N° 4 sobre por qué no admito necesitar a alguien
Resulta que la mayoría de esas veces en las que me muero por un abrazo, por alguien que me tome en sus brazos y simplemente se quede en silencio, pasan dos cosas: uno, no hay quien lo haga, dos, esa persona no puede, quiere o tiene tiempo.
Hoy ha sido uno de esos días. Feos días. De esos en los que muero por un abrazo. De esos en los que, contra todo pronóstico, realmente deseo y pido un abrazo.
Hoy fue un día de esos en los que me permito ser débil, admitir que quiero alguien que me abrace. Hoy hice lo que no hago, llamé. Hoy pedí un abrazo a alguien que no apareció, que no estaba, por lo que sea, no pudo estar. ¿Por qué esa persona? Sencillo, es alguien en quien confío, con todo y sus intentos de dañar mi mente. Es alguien a quien quiero lo suficiente como para permitirle ver ese lado necesitado. Es alguien que sé que habrá de estar ahí si yo digo que le necesito. Y claro, yo no dije específicamente necesitarle. Simplemente llamé, simplemente dije querer verle. Horarios crueles, trabajos exigentes.
Hoy me acordé por qué me quedo con un grupo específico de personas a quienes recurrir en estos momentos. Aunque incluso a ellos a veces no les tengo.
El punto es que me gusta mi independencia, me gusta pretender que no necesito a nadie, tengo que hacerlo. Tengo que no necesitar a nadie porque sé que no siempre puedo contar con alguien. Alguien cerca, alguien a mi lado, alguien que me abrace sin que eso signifique nada más que simplemente eso.
Al final del día esa necesidad se reprime, se mete al baúl de desastres donde están las demás necesidades que llevo reprimidas. Aunque claro, durante el tiempo que me toma esto soy incapaz de considerar claramente lo externo, no de la forma usual. No hablo mucho, no como dulces, no canto en voz alta, no intento sacarlo de mi mente. Mientras ese estado de necesidad dura, que no dura mucho porque odio ser débil, soy tan vulnerable como cualquiera, como la que más. No soy rara, no soy diferente, no soy yo. Podría confundirme con la pintura de las paredes sin ningún problema. Soy invisible, como soy pocas veces en la vida, completamente invisible. Y es entonces cuando realmente pido ayuda, cuando digo necesitar algo. Lógicamente, no está a mi alcance.
No me gusta, no lo hago, admitir que necesito de alguien porque duele y rompe y quema saber que incluso estando tan cerca no consigo que alguien responda a esa llamada de ayuda.
23 oct 2013
QUIERO GRITAR. Y romper algo, de paso.
Necesito realmente algo de violencia física. No tengo intenciones de volver a destrozarme la mano pero, quien sabe, eso podría ser útil.
Estoy a punto de tirar la toalla, cosa que sé que no haré pero me gusta amenazar con que si.
No, en este punto el chocolate no me salva, pero gracias de todos modos.
Quiero gritar y romper algo pero no será hoy, lastimosamente.
Los rizos se caen
Los rizos se caen.
Eso lo leí en algún lugar, en algún mundo, en una de mis vidas pasadas. Claro, en una de esas vidas sin él.
Puedo decir, por experiencia propia, que es cierto. Se caen, y no es poco, se caen a montones, enormes y gruesos mechones que van cayendo conforme los mueves.
No exactamente mientras los mueves, eso solo fue una figura literaria que me gustó un poco, pero si mientras vives. Cada que lavo mi cabello, por ejemplo, los veo caer, se me quedan en las manos como se me quedaron las piezas de un viejo juego de ahogados. O como se me quedó el envoltorio de un chocolate que vio su fin en la piel de alguien y en los labios de un segundo. Así se caen. Y no hay mucho que hacer al respecto, no hay mucho por hacer porque ellos igual serán sólo recuerdos. Al cabo de un rato serán solo viejos fantasmas que dejaron el barco antes del final.
A mi no me molesta que caigan, leí un día que ellos también cerraban ciclos e historias y eso es bueno, a mi lo que me aterra es su cantidad, su frecuencia, lo mucho que me impresiona ver como ellos tienen la facilidad de simplemente irse.
Y aun tengo mil planes para ellos, como una vez le dije a un pibe que pasó por mi vida, como le dije a ese par de ojos encantadores, como le dije a un champiñón que perdía las noches por convencerme en darle la oportunidad de llenar mi habitación de hojas secas, como le dije a una creación casi perfecta, como le dije a un viejo amigo y amor, como le digo a cualquiera que signifique algo. Aun tengo mil ideas para ellos y mil planes pendientes. Tengo cambios y revelaciones y hace falta rebelarnos. Y hay mil cosas más, por las que no pueden caer, no deben caer, no quiero que caigan. Hay mucho pendiente, y solo una vieja idea, aun no he terminado con ellos.
Los rizos se caen, abandonan el barco, no así los recuerdos, eso esta claro. Los recuerdos escogen quedarse con tantas ganas como los otros se van. Como si pudiera evitarlo, como si quisiera. No voy a negarles la oportunidad de irse, si pueden escapar antes de pagar el precio que así sea,yo debo pagar. Todo tiene un precio, fue lo primero que aprendí, después de leer y antes de amar. Todo lo que te dan lleva un precio, precios que a mi no me agrada pagar. Por eso ellos caen, para evitar pagar.
Los rizos se caen, se van. Ojala su recuerdo pudiera irse también, incluso si mi risa se va con él.
Someone like you
All those cheesy songs are going to make me sick. I'm heartbroken, I'm not in the mood to listen someone saying words of love or saying things like 'I'll drink the oceans for you'. (Bad translation of a phrase from a book).
All I want is to run away, to go to his door and ask for a hug. Just that, a simple hug, one of those where he used to put his head on top of mine and his arms around my shoulders and stay like that for a while. Just listening to my breathing. Letting me listen to his beats. That's it.
All I want is being capable of seeing him without the knowledge that I'm not over him, that I'd still give everything just for one last kiss. Because I would. I would have sacrificed even my own originality if that could have made him love me. It's never going to happen. And so I see him and keep walking trying not to cry in front of him, trying not to let him see how much I want him, how much I need him, how much I miss those moments when he was the only thing I needed to smile.
Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead.
And I don't believe there could be someone else like him in this whole damn world but I say I do. I can not let them know I'm still dying, I'm still drowning, in a hopeless love.
Nothing compares, no worries or cares, regrets and mistakes, they're memories made. Who would have known how bittersweet this would taste?
I could never get over it, I know it. I'm faced with the fact this might have been my one true love (It feels a lot like it). So get over it. I'm stuck on an one-sided love and it's ok. I wouldn't change this.
There's no one like him. I can deal with it.
I can't love anyone else? I can face it.
I can't make him happy? I burst into tears when I realize of it but I can also face this.
I need to move on? This is what's costing me so much.
Ese juego que no era juego
Habían empezado a jugar un tiempo atrás, si es que era un juego. Así lo veía ella, así lo llamaba, no era otra cosa. Consistía simplemente en acompañarse, en hacerse compañía cada que alguien estaba desocupado.
Era un buen trato, uno de esos que no se mencionan mucho. Era una vista agradable, deseable, y agradecía el extraño evento cósmico que permitía que en su compañía ella no pensara en todo eso que la acosaba. No sabía si a él le representaba algún beneficio, independientemente de la compañía, pero para ella funcionaba.
Y aunque nunca pudo negar que si quería que pasara algo, cualquiera en su sano juicio lo habría querido, no le importaba si nunca pasaba. Era algo sencillo y sin que nadie se involucrara.
Y para ella estaba todo bien, era todo válido, porque al jugar no pensaba en su propio demonio personal y eso era algo que nunca había conseguido, que nunca conseguía, excepto con él. Y claro, la belleza le podía.
En algún momento iba a aburrirse, si, pero aun no llegaba el momento.
Mientras tanto jugaba, ese juego que no era juego, y buscaba mil formas de alargar los momentos y de hacer sonreír a su compañía porque esa sonrisa valía mucho. Desde una lluvia en un balcón hasta un atardecer en una azotea. Era algo que bien valía lo que costaba.
Y la sonrisa con la que se quedaba ella, eso no tenía precio. La sonrisa le quedaba pegada al rostro por largo rato. Sólo con eso, sólo con una conversación donde incluso era ella quien hacía casi todo el trabajo, hablando de todo y de nada mientras él dibujaba o fingía dormir. No le permitía irse, sin embargo, le pedía que se quedara y ella lo hacía.
Claro, sabía que se acabaría un día, pero le gustaba jugar y hacerlo sonreír. Le gustaba conversar y abrazarlo de improviso cuando él no lo esperaba porque su sorpresa era encantadora. Y ella no negaba que le gustase, nunca, pero sabía que nada pasaría ni lo esperaba.
Se daba el lujo de jugar un juego que si le gustaba.
Se daba el lujo de ser ella y que se divirtiera.
22 oct 2013
Sueños raros y esos.
Y lo creo, supongo, porque lo he sabido siempre. El único motivo de reticencia es el no querer dejarme jugar un juego donde puedo perder.
Y supongo que no es muy bueno que piense en mundos aleatorios antes de dormir, no a menos que quiera otra de esas revelaciones fatales en mis sueños (siempre supe que me iría).
En fin, es lo que parece. Un juego y una declaración de principios. Sonríe, es tan extraño que sonría que casi da miedo.
21 oct 2013
Y tu, no hagas cosas como las que haces porque hay detalles que no puedo omitir. Extraño las conversaciones unilaterales donde yo era la banda sonora de rarezas, como siempre, extraño algo que sólo yo valoro, supongo. Aunque tu también extrañas eso, creo.
Volvemos a donde estábamos, sin creer mucho en el amor, por no decir no creer en absoluto, y sin esperar nada de un mañana que quizá no llegue.
Sigo preguntándome si estará bien, qué será de él, si sonreirá. Sigo firme en mi resolución, me niego a dejar que me saquen de mi sitio, de ese lugar donde me siento tan cómoda. Me niego a permitir que me acose en otro sitio más que en mi propia mente necesitada.
Y yo sé lo que quiero, qué cambios quiero. Sólo necesito un si, una sola vez que lo digan, eso es carta blanca. Sólo necesito encontrar un socio, una socia, alguien que me apoye realmente en este plan macabro. Sólo necesito algo de tiempo y un poco de paciencia, y todos podrán desaparecer.
Sólo necesito un poco más de paciencia.
19 oct 2013
16 oct 2013
Como si tuviera planes.
Ella se pregunta qué planes tenemos. Como si tuviera algún plan. Como si todo no estuviera flotando en el aire, en la estratosfera, mientras yo intento agarrar algo. Entre otras, empiezan o empiezo yo a notar lo mucho que me malinterpretan, lo mucho que equivocan mis palabras. Empiezo yo a ver lo cierta que era mi declaración al decir que había mas que lo que se podía ver y lo difícil que seria. No le veo el caso a que sea fácil, no me divierte, y yo busco la diversión. Uno de los amores de mi vida, pero de los permanentes, dijo un día que soy hedonista y cruel. No se qué tan cierto sea lo de cruel pero la parte del hedonismo se la concedo. Pocas cosas logran alejarme de esa búsqueda constante de placer y alegría, de dicha, de paz. Ejemplo, me duele la espalda como el infierno por aun así seguiré trabajando en el peluche porque quiero terminarlo.
No es tan malo después de todo, podría estar haciendo cosas peores. Podría estar en brazos de algún inglés de acento sexy y ojos azules en su hotel (no pregunten como es que esto sería posible que me duele haber perdido la oportunidad de siquiera un beso o un nuevo amigo), y no lo estoy. Estoy aquí, en mi cueva, en mi cama, esperando que mi espalda deje de dar semejantes gritos y pensando en si quizá habrá algo mal ya que no quiero saber nada del mundo fuera de mis paredes. Tengo episodios, si, esos donde no quiero saber de alguna persona en especifico porque simplemente no estoy de humor para esa persona, porque no puedo soportarle, y aun así es curioso que esto ocurra respecto a todos, es sumamente curioso.
Los recuerdos parecen un maremoto, eso lo sabemos, y son cada vez peores. Hasta la guillotina es buena si la ves a través de la nostalgia, pero acá no hay nostalgia, acá había amor y ahora no se que haya, y entonces, querida, la corriente nos arrastra.
Como si fuera posible hacer un plan de cualquier cosa ahora.
15 oct 2013
Calma
Es quizá producto de mi sobre explotada mente, de mi condición de cansancio extremo, de nostalgia, de desconcierto, de decepción, quién sabe. Hay demasiada calma, eso lo sé. No es algo usual, no es la tranquilidad normal del paisaje, hay una calma diferente, una que no encaja. Hay demasiada tranquilidad y demasiado silencio. Los arboles no se mueven, ni siquiera las aves cantan. Hay personas en la calle, si, pero ni siquiera ellos se atreven a hablar en voz alta.
Son todos tan silenciosos como los que más, como monjes en medio de sus oraciones o como cuando te quedas en silencio al jugar al escondite para que no puedan hallarte.
Hay demasiada calma y estática en el ambiente. Una sensación eléctrica.
Ya ha empezado a llover.
Conversaciones Interesantes XLIV
If I die young o si descubro que toda la vida es demasiado tiempo
6 oct 2013
Venga, caete a pedazos mientras la luna brilla
Cuando aprieta el corazón.
No podemos siquiera llorar ya. Y eso da miedo. Las lágrimas corren solas, llenan mi rostro y mi almohada de su nombre, de su imagen. Curioso, estar tan cerca y tan lejos de alguien. No existir siquiera. Curioso, caerse a pedazos cuando todo debería ir bien. Es como comparar el chocolate con las fresas. Siempre inclinaré la balanza por uno, ese que tanto daño hace.
Las lágrimas corren, si, pero el sollozo se me atora en el pecho, en la garganta, y cuesta mucho respirar. Cuesta mucho mantenerme en una pieza.
Pasado el escenario, ya he pasado por ti.
No había estado aquí antes, y salir es difícil, no imposible, no creo, pero si difícil. Podría incluso decir que desconozco su nombre, nunca lo supe, creo. Sabe igual que ayer, este recuerdo, esta pena.
Y quizá la peor parte no es que duela, no, eso es manejable. Quizá lo peor es no poder abrirme, no poder sacarlo. No me equivoco al decir que hay algo defectuoso. No se abrirme, no se confiar, porque me han dejado caer mucho, muchísimo, y los humanos como los animales huimos del dolor.
La que hizo en la guitarra marcas que hacen cicatriz.
Y hay una luna en un cielo que me ve y que le ve, y que incluso sin verla, sabe qué hay en mi, sabe qué soy. Y sabe también que la confianza no es algo que yo entienda, no cuando duele tanto, no cuando no soy la única que puede salir herida. Menos aun puedo cargar a alguien con mis penas, va contra mi naturaleza.
Despierta.
Ni siquiera yo me soporto, ni siquiera yo estoy presente para mi misma cuando las cosas van mal, destruyo y rompo todo, así que no pidas estar, yo no te abriré la puerta. Ni siquiera yo tengo la llave.
Tras un ojo llega el otro ...
Pero yo nunca he esperado ni esperaré que te quedes.
(Más de un 36 - Andrés Suarez)
5 oct 2013
Mira que somos un lio, eh.
You hold your head in your hands and ask yourself what's wrong with you.
There's nothing wrong with you. Everything's wrong with you. Who knows? At this point is all useless and pointless. Let's be honests, you don't even want to be known or guessed. You don't want to be missed or asked. You want to escape, to run away, to disappear.
Pierdes control de tus manos, dejas a los demonios aflorar a la superficie, las lágrimas pujan en tus ojos por la razón más tonta para salir en caudal. No es la gran cosa, nunca lo es, simplemente somos un lío descompensado.
Míralo así, hay días en los que ni siquiera querré verme a mi misma. Días en los que no quiero verme a mi misma. Días en los que prefiero un libro, una película, mis propias letras, días en los que yo misma no me soporto o entiendo y quiero alguien que me abrace y sostenga y me soporte con todo y mis descompensadas.
Some days I just want to run away and leave everything behind. Don't want to be here anymore. Don't want to be with anyone. I want to be by myself, not to make plans, not to dream, just be me and stay with the things I know for sure. And that is: I am the only one who won't ever leave and that's just because I can't. We're one.
4 oct 2013
Hacía tiempo no soñaba yo con algo que me afectara, hacía tiempo yo no era capaz de hablarle, hace tiempo no dormía yo en esa cama ajena a la mía.
Hace tiempo le doy vueltas a una idea, un deseo, algo que me metería en problemas pero calmaría una mínima parte de mi ansiedad. Sigue siendo un no, por ahora, hay cosas que hasta yo sé que no deben hacerse, pero la idea está siendo barajada.
Demonios, hace tanto que no soñaba algo así que estoy algo perdida hoy. No quiero verlo, hoy no tengo valor, ese lo agoté ayer con un hola y un adiós.
3 oct 2013
Empecemos por el que no me gusta notar que hay cosas que aún me importan, y me importan mucho, cosas que me duelen mucho. Encontrarme con alguien a quien siempre quise conocer en las circunstancias más extrañas no es bueno. Encontrarme a la causa de mis males de frente, decir hola y conversar, fingir que no recuerdo que no le gusta su primer nombre, fingir que olvidé cómo solía llamarle, fingir que apenas y me importa si nuevamente deja crecer su cabello y si sus ojos brillan o si lleva la camiseta que me gusta. Todo eso es posible, todo eso es parte de mi mal karma.
Y aunque hoy no me deshice, las palabras se me quedaron en la garganta, no el hola o adiós sino las demás, las importantes.
Y me preguntó por qué le abrazaba, supongo que le extrañé.
Y me abrazó porque me extrañaba, yo también.
Y discutían algo que no me interesaba, yo no quería estar ahí.
Y empezó a llover y el mundo se arregló un poco.
Y no sé ni tu nombre, dice la canción, y es la de esta noche.