Mientras observaba la luna de Fusagasugá y escuchaba a los demás cantar. Perdona, me pueden más la luna y tu recuerdo.
Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
21 ago 2013
Ella brilla. Irradia su propia cascada de luz y veneno que baña todo lo que toca. Ella brilla mientras nadie la ve, mientras todos le dan por sentado, ella resplandece. Y todo cambia. Si alguna vez has visto el cielo y el infierno, el punto donde todos los mundos se cruzan, el punto donde todo deja de ser real, le has visto. Es ese, su juego, su maldición, su destino. Eso es lo que sabe y lo que le queda, eso es lo que los baña.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.