Quisiera que me vieras ahora. Contarte mis planes e ideas, decirte qué quiero. Quizá te sentirías orgulloso. Quizá me mirarías con esa sonrisa tuya, mezcla de ternura y deseo, y me dirías que ya era hora.Quizá te reirías, me dirías que es todo tan increíble y distante que posiblemente no lo logre, pero que tu me ayudarás. Quizá me abrazarías y sonreirías contra mi pelo mientras inhalas mi aroma. Quizá me besarías con todo eso que no puedes decir, diciéndome con tus labios lo que tus palabras olviden. Quizá me dibujarías así como me piensas, de esa forma en que me veías tu y yo no, de esa forma en que un día prometiste y que jamás tuvo lugar. O quizá simplemente me darías tu mano y me halarías hacía ti, me dejarías caer en tu regazo y nos quedaríamos así un rato, juntos, sintiendo como tu corazón late contra mi oído y como tu respiración hace subir y bajar tu pecho, mi almohada.
Pero no me ves, no puedo ir a contarte mis planes porque no estás. No puedo llamarte porque sé que no responderás, no puedo buscarte porque no estarás, no puedo decirte nada de lo que pienso. Y no es tan malo como parece, pero sencillamente desearía alguien como tu, alguien que estuviese tan dispuesto a apoyarme, no importa lo loco y tonto de mi plan, como tu lo estabas. Desearía alguien que me abrazara y dijera que todo es genial, loco, tonto, único y genial como solo yo puedo ser. Alguien más que me llame su pequeña y me considere especial y maravillosa. Alguien más a quien le interesen mis ideas y planes y todo eso que quiero hacer, tener, vivir y ver.
No importa de todos modos, me basta con saber que si me vieras ahora, si supieras mis planes y lo que tengo pensado, si supieras lo que pienso hacer, estarías orgulloso y sonreirías. Eso me basta, como siempre. Me conformo con tan poco.
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