Resulta y pasa que yo tuve un hermoso, hermosisimo, peluche de algo que me encanta.
Un Scrat.
(Si, la ardilla loca y probablemente drogada, de la Era de Hielo.)
Era tan lindo que me encantaba y cometí el error de colgarlo en el bolso que llevo a la universidad.
Si, ese mismo bolso viejo y descolorido al que se le cae la corredera.
Y si, lo colgué de esa misma corredera.
Oh, sorpresa (ni tan sorpresa, debí habérmelo esperado), se perdió.
Quiero llorar.
¡Le extraño!
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