Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
6 ago 2012
Ellos no saben lo bien que se siente cuando mi cuerpo se acerca lo suficiente como para que me afecte tu gravedad. O lo dulce que es sostener los mechones de tu cabello en mis manos mientras pienso en las ganas que tengo de enterrar mi nariz en ellos y aspirar tu aroma. Ese olor a ti que no me recuerda a nadie más. Ese olor puro y nuevo que me intoxica mientras más lejos lo tengo.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.