Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

31 may 2013

¿Qué importa que yo sea extremadamente yo? ¿O que sea extremadamente obvia? No es nada que no sepas o que yo no sepa. 
Al final del día sabemos que ni te tengo ni me piensas, entonces no hay problema.
Yo digo lo que me apetece, lo que necesito. 
Eso es todo. 

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