Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

21 ene 2013

Qué patata ni que patata ni qué patata. Todos sabemos que la causa de mis desastres siempre soy yo misma. 
La situación amerita la palabra: Mierda. 

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