Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

6 ene 2013

Extraño esa chispa de expectación que me causaba el verte, la ansiedad y las ganas que despertaba un posible beso, y el convencimiento de que te importaba. Ahora no tengo sino recuerdos de los dos primeros y una duda creciente respecto al tercero.

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