Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

8 ene 2013

No es mi culpa. Si tu desaparición abrió espacio a un intocable entonces lo lamento, tu olvidaste que no debías darme por sentado.

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