Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

29 ene 2013

Ahora resulta que yo me perdí. 
Tu te perdiste. 
Yo me perdí. 
Ambos nos perdimos. 
Pero yo me perdí deseando que me buscaras, que me llamarás, que hicieras algo para hallarme. No simplemente para que me dieras por perdida. 
Y no te busqué porque sentía que de tanto buscarte a ti no te causaba nada. 
Vaya que ibamos desencaminados. 
Ahora solo queda nada, porque ya así no sé qué más se pueda hacer. 

Yo sé que si te veo seré de gelatina nuevamente, pero no sé si me guste ser lo esta vez. 

1 comentario:

  1. El peor paso es dar por perdido algo que es difícil de hallar, porque siempre estará en un lugar, aunque cueste días, meses, o años hallarlo.

    Saludos!

    {http://entrecienfloresblancas.blogspot.com/}

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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.