Y no imaginas el terror inmenso que me embarga cuando, en días como hoy, mi mano no responde tan bien. Me duele la muñeca y me cuesta un poco moverla. Muero de miedo, pero tengo que ignorarlo, tengo que sobreponerme a ello.
El miedo es algo a lo que temo, sin embargo uno de mis mayores miedos, casi más que el miedo mismo, es esto. Mis manos. Sentir y hacer son cosas tan valiosas para mi como el aire mismo. Esto me aterra.
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