Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
No puedo. No puedo. Lo siento. Quiero oír su voz, quiero verle. Quiero que sean más que solo letras escritas.
No puedo. Y no quiero odiaras por lo que me hacen.
No puedo y no quiero. Y aquí quien decide soy yo.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.