Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

21 oct 2012

¿Y es que cuándo en la vida se ha visto que yo rebaje mi libertad y mi ser por alguien que no sea mi carcelera?
Oh, si, lo odio enormemente. Pero no me queda de otra.
Y no, a voluntad eso no pasa, porque para mi esto no es casa, esto es cárcel y yo no planeo cuidar la prisión donde muero.

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