Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

1 sept 2011

¿Rebelión o rendición?

Heridas supurantes, cicatrices sangrantes, a eso se reducen los llamados valiosos instantes... en eso conviertes aquello que mas amas, aquello que tanto deseabas. He deseado, por una vida entera, poder creer tus palabras, sentir que son ciertas. Jamás he podido, ni siquiera un instante. Triste, deprimente, no poder tener lo unico que mi alma quiere. Convertir las palabras en costumbre, en obligacion, y ser ignorantes de cuanto le duele al corazón. Lo odio, lo detesto con el alma, de la misma forma en que detesto sucumbir a las lagrimas. Sabes que cuando tensas demasiado una cuerda se rompe, cierto? ¿Eres acaso consciente de la cantidad de nudos que componen mi ser? ¿Sabes si quiera de todas las cicatrices infectas que llevo en el alma y que he suprimido solo por darte algo de calma? Miento, ni siquiera conoces su existencia... creo que ni siquiera te imaginabas que ellas existieran. Qué puedo decir, despues de tanto repetirlas había llegado a creer en mis mentiras; mi razón se revolca en un cementerio de anhelos, cada cual más muerto, y mis emociones se pudren en un refrigerador abierto llenandose de pus y de animales muertos. ¡Y tu no lo sabes! No tienes la menor idea de como, lentamente, suavemente, sin prisas ni pausas, sin errores ni treguas, sin necesidad de más que simples gestos y palabras, has ido cavando mi tumba, una lapida gastada, que como epitafio contiene tan solo mi nombre sin palabras. Tu eres mi verdugo, mi asesino, mi cazador. Tu eres ese que da la imagen de que fui un error. Y aun ahora, incluso sabiendo lo que haces, incluso con la plena conciencia de que algun día he de abandonarte, incluso con las lagrimas aplastando mi cordura y con los puños cerrados descargando mi ira contra los muros más cercanos, aún así, aun aquí, mi mente es consciente de que no me voy a ir. No soy debil, de serlo hace tiempo me habria rendido, me habria convertido en eso, en tu mayor deseo, en lo unico que puede hacerte feliz y que no poseo; no, no es debilidad. Es una compulsiva y enfermiza necesidad de escuchar de tu boca, algo que jamás pasará, esas palabras que me den la libertad.

3 comentarios:

  1. Río de medianoche.
    apacible desde su nacimiento,
    majestuoso hasta su desembocadura.
    pura.
    con fragancia a pradera y barro.
    intenta ser el viento recorriendo las adversidades,
    con sus murmullos y melodías
    encanta, a cada mortal que la ve pasar.
    respeto y belleza por excelencia.
    tu recorrido es clave vital
    para que otros subsistan de ti.
    al final de tu bello soneto,
    a cada segundo
    trasforma la canción en sinfonía y el brillo
    en espejo
    prolongándose así
    en los indomables mares que alguna vez fueron rizos
    de media noche lunar...

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  2. Gracias!! Es hermoso tu escrito, de verdad que me encanta. Muchas gracias.

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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.