Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

13 sept 2011

Ese refugio del miedo...

Mientras el mundo llora y teme a los ríos de sangre
cuando la oscuridad llega y el miedo se apodera,
en ese momento donde la respiración falla
y cuando un grito se ahoga en la garganta,
tu tomaste mi mano y descubrí que el temor ya no estaba.
Tus brazos me rodearon y fuiste la causa de que el aire me faltara.
Tus labios recorrieron mi cuello y fue ese el grito que ahogó mi cuerpo.
Tu beso fue el refugio de la oscuridad, la sangre y el miedo.
Allí, en la jaula de tus brazos,
ese destino con el que ahora sueño,
allí encontré calma y consuelo
y he llegado a necesitarte tanto que a mi ser lo consume el anhelo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.