Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
Yo soy, y siempre he sido, una fiel defensora de la amistad entre hombres y mujeres, ya que muchos de mis mejores amigos son hombres. Sin embargo me hacen reconsiderarlo y de paso me hacen sentir como una mierda, cuando me hacen cosas como esa.
Si yo pudiera mandar sobre mi corazón, yo sé de quienes me enamoraría, sé quienes no me lastimarían. Pero no puedo, no mando sobre él y por eso hay gente que sufre. Yo sé lo que es un corazón roto, oh, vaya si lo sé, y no se lo deseo a nadie en este mundo, ni siquiera a 'sus ojos'. Entonces esto me deprime, me duele, me hace sentir inutil.
Yo le quiero, demasiado, tanto que aun sigo estancada aquí. Lo suficiente como para ser incapaz de ofrecer nada, no me queda nada que ofrecer. Así que simplemente me queda por decir que lo siento, que lo lamento.
Ya no creo en ello. Ya no creo en mi más fuerte convicción y no sé en qué degenerará eso. Sé que no será bueno.
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