Si tratare de explicarle a alguien, quien fuera, el estado en que me encuentro, la condenada sensación de querer estar en todos lugares menos en mi propia piel, el sentir que por más que trate sigo atorada en la mierda hasta el cuello. Sigo encerrada y estancada, y eso me repatea, me reputea, me pudre por dentro.
Te extraño. No a ti, ser que me destruye y me rearma con una mirada, sino a esa persona que acabó con la más fuerte de mis convicciones. Le extraño a él, a ese que veía en mi sin necesidad de máscaras, a ese que sabia quien era yo incluso si yo lo olvidaba. Le extraño a él, a esa persona cuya voz me hacía sentir mejor sin importar el problema, a esa persona que me daba ánimos y me hacía sentir valiente y hermosa. Le extraño a él, a ese idiota que rompió mi convicción, que me dejó destrozada, en blanco, en cero. Extraño sus bromas, sus insultos, el que supiera incluso mejor que yo misma, qué era lo que ocurría.
No puedo recuperarle. Sé que no puedo hacerlo, no hay forma de volver atrás. Yo, mejor que muchos, entiendo lo que se siente y eso destruye, eso me mata, eso es lo que me pudre. Si hubiera algo, cualquier cosa, que hacer, la haría, siempre y cuando él pudiese ser feliz. No puedo decir nada, fue mi juego el que se volvió en mi contra y ahora no tengo convicción. Ese era mi motivo, aquello que yo defendía a capa y espada, era mi respaldo y mi seguro. Yo sabía, así como él sabía, que contaba con él, que él defendía lo mismo, creía lo mismo, juraba por lo mismo. No lo cree, no lo defiende, no cuento con él y él ya no jura por mi.
Lo extraño, inmensamente. Y todo es un asco porque también lo extraño a él, a ese que me destruye.
Todo es caos y luego despierto. Y es igual, es incluso peor. Todo es caos y un cuerno de cierto, un unicornio tiene más realidad ahora que mi voz.
Le extraño pero ya no creo en él.
Note to self: If you ever say that that is possible again, I will rip your heart out.
Con tu permiso... bebo tu sangre y lagrimas.
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