Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

26 jun 2013

Un libro cuya portada no te lo dice todo.

Aunque no quiera, tengo que admitir que soy netamente egoísta en lo que a ti se refiere. Y no me gusta admitirlo, es como si me quitaran parte de esa nobleza o ese sentido de grandeza que poseo ante tus ojos, pero es cierto. Realmente no soy tan buena como tienes a bien considerar, si te soy extremadamente franca, soy incluso peor de lo que tu podrías llegar a pensar. Está bien, nunca me he dado a la tarea de demostrarlo, nunca he deseado que veas más allá de la página frontal porque me aterra lo que podrías encontrar dentro de mi si te permitiera pasar las páginas a tu gusto.
Soy un libro oscuro, uno de esos libros que estaban vetados en los tiempos de nuestros abuelos, uno de esos libros que no te permiten leer hasta que eres mayor de dieciocho. Nadie nunca ha sabido tanto de mi como para ver las advertencias de contenido en mi interior,  a nadie le interesa pensar bien de un libro cuyo contenido está tan mezclado y enrevesado. Y un día alguien llegó, miró la primera página del libro y decidió que era el mejor libro posible. Tu ni siquiera abriste el libro, aunque para ti consideré seriamente bajar los muros y abrir las cerraduras. Te quedaste sólo en la portada, sólo con la sinopsis que venía en la primera parte y con las opiniones de aquellos que conocían la portada y sus diferentes ediciones. Nadie nunca había leído el contenido en su totalidad, nadie nunca había pasado de la introducción o de los primeros capítulos. Tu casi lo lograste.
Por mucho tiempo temí asustarte con el contenido de mis páginas, con lo que se escondía detrás de la imagen pública y apta para todo tipo de audiencia. Demostraste muchas veces un interés apenas claro en ver el resto, como si no importara, como si todo fuera parte de la misma obra. Poco a poco empecé a relatarte los capítulos que formaban el libro, te conté la trama de las historias más absurdas y rocambolescas, temiendo a cada momento un estallido de repugnancia o una confesión de desagrado por tu parte. Llegué casi a pensar que lo apreciarías todo por lo que era, la recopilación de una historia, la vida misma tomando lugar; pero no eres tan diferente de los demás.
Puede que te hubiera tomado un poco más, pero al final reaccionaste tal y como se esperaba. Justo cuando la trama se convertía en algo oscuro y retorcido, retrocediste incómodo e indignado, dijiste que no era eso para lo que estaba hecha, que te negabas a aceptarlo. Omití ese capítulo de mi lectura, en favor de lo que consideraba una valiosa relación, y continué contándote la historia. Nuevamente, había capítulos que no te agradaban, que considerabas indignos de la historia o que simplemente te negabas a aceptar. Poco a poco tus ideas sobre lo que debía ser de la historia se hicieron más fuertes que lo que realmente era la historia, más fuertes que la verdadera realidad sobre la trama. Inventaste algo que para ti era real, algo puro, noble, bueno. Algo que contenía maldad, crueldad y dolor pero que ni de lejos se acercaba a la realidad. Creaste algo que podías amar sin problemas. Hiciste algo que no te creara problemas, algo que para ti estuviera bien. Seguías teniendo quebraderos de cabeza con la trama original pero los dejabas correr rápidamente imponiendo tu idea.
¿Algún día se te ocurrió que tu idea de la trama podía no ser la misma que yo poseía? ¿Has pensado que ese pedestal tuyo puede quizá ser demasiado grande o pequeño para todo lo que soy?
Quizá no soy tan buena, quizá no soy tan mala. Quizá soy incluso más buena y más mala de lo que vos pensás. ¿Lo has considerado?
Es posible que yo sea un libro no muy complicado, no muy difícil, es posible que sea más que sólo una portada. Es posible que sea un libro cuya primera página no te diga realmente mucho, ni de lejos, como podría decirlo el resto. Aún sin última página, aún sin capítulo clímax, aún sin muchas cosas, pero con más de lo que dice en la primera página.
Deberías considerarlo.

2 comentarios:

  1. sabes... creo que en todo libro, lo ultimo que debería escribirse es el titulo de la portada, (que la mayoría de veces hace alusión al contenido del libro)...
    Sin embargo, en el tipo de libros que hablas (que no es como los otros), el titulo cambia constantemente creo que debido a su condición de no concluido.
    Ahora, quien escribe el titulo del libro? tu o quien lo lee? porque ese titulo? es la recopilación o abstracción de lo que dice cada pagina?
    y a fin, que es y que debería ser el titulo?

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  2. Quien sabe. Al final todo es siempre tan subjetivo y cambiante que es difícil saberlo.
    Me encanta que me leas :-)

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