Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

17 jun 2013

Había pensado que eso de que algo doliera tanto que ni siquiera podías llorar era un recurso literario en su mayoría. Pero aquí estoy, extrañandole, y no puedo ni sé cómo llorar.

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