Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

21 feb 2012

Tu no tienes por qué saberlo,
yo no tengo por qué decirlo,
pero si el viento sopla tu aroma hacía mi,
mi cuerpo reacciona y se inclina a ti.

Tu no tienes que responderme,
yo no quiero decirlo,
me fui a voluntad
y aun así no tengo tu olvido.

Yo no puedo admitirlo,
tu no quieres saberlo
y no me explico por qué,
por qué, maldita sea,
aun te quiero.

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