Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

23 feb 2012

No quiero creerlo.

No puedo creerlo. Dios mio, a veces no quiero creerlo.

Te extraño, duele tanto admitirlo que es una tortura. Te necesito, al menos eso creo, no sé que parte de mi te extraña más. Si mi cuerpo que extraña tus besos y la calidez de tus manos en mi cintura o mi corazón que se salta los latidos cuando sonríes y mi mente que anhela desahogarse con tu comprensión y tu dulzura.

Te extraño. Si lo negara no haría más que mentirme y mentirte. Te extraño como no pensé que lo haría y al verme, en medio de un mar de gente extrañamente conocida, no puedo detener el caudal de recuerdos y momentos que compartí gustosa contigo.

Extraño tu voz, los dulces susurros que calmaban mi ansiedad, la suave pero firme presión de tus manos deteniendo los movimientos compulsivos de las mías, como un puerto seguro, como un castillo, protegiéndome de mi misma.

No entienden, nadie puede, cuanto he llegado a necesitar tus manos a mi alrededor, haciéndome sentir segura, confiada, diciéndome que todo estaría bien y que no podría auto-destruirme. No comprenden, y no los culpo, lo frágil que puedo ser, lo insensible y lo fría, lo cálida y apasionada. Solo tu lo sabias, solo tu lo viste. Solo tu llegaste a entender ese pedazo de universo de porquería que había encerrado dentro de mi.

No deseo nada, ni siquiera a ti, tanto como deseo encontrar ese lugar que perdí. Tanto como deseo poder mostrarle a alguien esa parte que se esconde bajo las cicatrices, bajo las costras, tanto como tu mismo pudiste ver la realidad.

Tengo miedo, miedo de extrañarte, miedo de necesitarte, miedo de que seas el único capaz de todo esto. Tengo miedo de haberte perdido y no saberlo. Tengo miedo de que me olvides y yo permanezca atada a ti. Tengo miedo de que esto sea solo un juego, una venganza cruel, por todo el dolor que en su momento te causé.

Tengo miedo, no de ti, sino de mi. Tengo miedo de amarte y no poderlo decir. Tengo miedo de amarte y perderme. Tengo miedo, simplemente tengo miedo, de amarte a ti.

1 comentario:

  1. Los k kieren venganza no saben amar no saben perdonar, yo soy luzbel la bestia k sufrió su destierro, solo se amar a un igual como yo.

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