Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
1 feb 2012
No me atrevo a ponerle nombre a esto.
Dibujas con tus dedos el recorrido de cada lunar. Conoces, sin saberlo, la ubicación exacta de mi corazón, que no esta en mi pecho, ni en mi cabeza, ni en ese otro lugar que todos piensan, está en esa vieja pagina que arrancamos un día, en la conversación por señas que creamos desde que inicio la vida. Entiendes donde viven los temores que me acometen, donde conviven caoticamente las ideas que cruzan mi mente. Tienes la misma habilidad para hablar de diversas cosas a una velocidad vertiginosa, que poseo yo para pensar en todas ellas. Es nula tu necesidad de mi, y es incomprensible mi ansia de ti, y sin embargo aquí estas, mostrándome tus manos, extendiéndome la calidez de tu sonrisa para calentar cada rincón y cada recoveco de este corazón, que no sabe cómo pensar o respirar sin que el mundo se destruya en el intento. Dibujas con una sonrisa el camino a mi felicidad, desdibujas con tus palabras la importancia del mundo y de su maldad.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.