No son mariposas, esos ridículos insectos no hallan lugar dentro de mi organismo. Tampoco se trata de murciélagos, ni de cualquier otro bicho. Es la sensación de vértigo, la caída, el impacto y la emoción de la adrenalina. Es perder la conciencia, cortar a través del miedo, es dar un salto a un risco, nadar en el océano sin encontrar asidero.
No son mariposas, es la cobardía del miedo, el escape del temor cuando hago lo que anhelo.
Que sentimiento tan extrañamente conocido.
ResponderBorrarNo son mariposas, todo menos mariposas, es terrible cuando nuestro corazón, nuestro cerebro, nuestro cuerpo anhela algo que parece ser demasiado.
Muy bueno, me encantó!!! ^^
Besos!!!