Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

22 jul 2013

Y antes de la llegada de los fantasmas, deberás asegurarte de haber cerrado todas las rendijas, los agujeros, las grietas y los espacios en tu armadura. Antes de que llegue la noche, debes haber sellado cada rincón y agujero. La oscuridad no tendrá reparos en devorarte, con o sin lámparas, así que cierra bien todo. Procura que tu luz brille mientras mantienes todo lejos de las sombras.




Yo

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