Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

7 abr 2013

En ese exclusivo primer lugar, ese que es tan obvio y llamativo. Ahí sigues, recogiendo el polvo de mis intentos de olvido. Llamando la atención del vacío. En ese pedestal roto donde solías vestir de dios y ser el creador del infierno y del sol.


Me pregunto yo sí en algún momento te irás o sí alguien te sacará...

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