Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
26 abr 2013
Dulce cafeína, mis sentimientos por ti siempre han sido los mismos. Incluso cuando no nos permiten acercarnos demasiado, sigues causando una infame atracción en mi que suele acabar con la rendición completa e incondicional. Me destrozas, me impulsas, despiertas mis sentidos y mis demonios. Haces casi lo mismo que él, pero tu sí sabes lo que haces.
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.