A la misma noche se le puede olvidar su manto de oscuridad cuando el sol la deslumbra.
Al sol más brillante le puede gustar la fría oscuridad que lleva la dulce luna.
Sí el sol y la luna bailan tan dulcemente, ¿qué se necesita para que yo baile a tu lado?
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Deja que tus gritos también sean llevados por el viento.