Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

18 jul 2012

Quizá sería más sencillo si mis reacciones hacía ti no fueran tan intensas. Pero no logro controlar eso, y tampoco a mi desbocada imaginación. Entonces, enfrentémoslo, tengo justo lo que pedí pero no supe lo que pedía. Ahora, me auto-condené.

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