Me interrumpo en mi labor (si, yo estudio. De hecho ahora mismo estoy enormemente ocupada pero esto es necesario) porque algo vino a mi mente.
Si, hoy se cumple un año.
Hoy, exactamente en una o dos horas, se cumplirá un año de la última vez que me quebré total y completamente. No es algo que me enorgullezca, las ideas que surgieron en mi esa vez no se han marchado, si acaso se arraigan aún más, sin embargo no puedo evitar recordarlo.
No puedo evitarlo, mi piel cicatriza fácil, mi alma no tanto.
Y mi alma tiene marcas tan profundas que no logro verlas todas, que no logro saber hasta donde van. Que me asustan, que me aterran, que me paralizan y me mueven. Que me impulsan y me detienen.
Esto es todo, solo quería hacerle saber a esa yo que se perdió hoy hace un año, que pienso en ella, que la recuerdo, y que aunque nunca más podamos ser las mismas, al menos seguiremos siendo nosotras.
Cambio y fuera.
Seguiré con mis intereses.
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