Ella camina en medio del infierno sin saber que va volando sobre las llamas.
Ella se mueve en un mar de hielo sin recordar que no posee alas.
Ella se quema, se congela, ebulle y se derrite.
Ella sueña, como todos soñamos, y se le olvida poner los pies en el suelo.
Ella es ella, y yo soy yo.
Ella es yo.
Nosotras somos él.
Estamos en él.
Somos nosotras y él nos pertenece.
No pertenecemos a nadie, no somos de nadie.
El mundo es nuestro y nosotras somos libres.
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