Claro, yo en proceso de sobrevivir y tu como si nada.
Como duele el fuego cuando son sus ojos los que lo producen.
Como duele el alma cuando es a él a quién extraña.
El hielo cala hasta los huesos cuando falta su calor.
El sol brilla con tristeza si sé que no puedo verle.
Y es parte de una rutina.
Vivir a millón, hacer mil cosas a la vez, fingir ser feliz y hablar con energía.
Todo es un teatro, y yo una buena actriz.
Al final del día aun le extraño, aun le quiero, aun le pienso.
Al final del día sigo muriendo por un beso.
Al final del día quedamos mis ganas y yo, y el recuerdo de sus ojos.
De noche no tengo espacio para nada más, no puedo sostener la máscara.
Duermo pensando en sus ojos, en su voz, en sus besos.
No me avergüenza, no es malo.
Le quise, le quiero. ¿Y qué?
Estoy sobreviviendo.
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