Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
29 nov 2012
Hoy dibujé.
¿He dicho que amo a mi enano hermano? Pues le amo. Le amo. Le amo.
Explico. Yo le amo casi todo el tiempo (casi porque a veces se hace odiar, como todo hermano) pero hoy se ha vuelto mi hermano favorito.
Resulta que yo, torpe y eternamente torpe yo, perdí plata. Cierta cantidad que es bastante grande, no sé cómo ni cuándo, asumo que fue cuando salí a buscar unas invitaciones para mi grado del curso de inglés. Me di cuenta recién llegué a mi casa, y me puse mal. Literalmente. Y bueno, me sentía muy mal y de pronto él aparece y me pregunta que por qué lado de la cuadra me fui cuando salí y le respondí y me dice que entonces ese dinero que encontró bien podía ser el mio y me lo dio.
Si, señoras y señores y unicornios, mi hermanito me lo dio.
Me siento tan feliz, tan feliz. Es tan lindo de su parte.
Le amo, le amo enormemente. Y no solo por eso, siempre le amo, pero hoy mi amor por él quema con la intensidad de mil soles.
Pero algo bueno si tuvo mi torpeza. ¡Dibujé! Me puse a dibujar y hice cosas que, a mi humilde opinión, quedaron decentes.
He aquí mis obras.
P.D. Recordar no mostrarle mis obras a ella, que solo se burla y eso me hiere mucho y me hace daño. Claro que, ni para qué decírselo.
Explico. Yo le amo casi todo el tiempo (casi porque a veces se hace odiar, como todo hermano) pero hoy se ha vuelto mi hermano favorito.
Resulta que yo, torpe y eternamente torpe yo, perdí plata. Cierta cantidad que es bastante grande, no sé cómo ni cuándo, asumo que fue cuando salí a buscar unas invitaciones para mi grado del curso de inglés. Me di cuenta recién llegué a mi casa, y me puse mal. Literalmente. Y bueno, me sentía muy mal y de pronto él aparece y me pregunta que por qué lado de la cuadra me fui cuando salí y le respondí y me dice que entonces ese dinero que encontró bien podía ser el mio y me lo dio.
Si, señoras y señores y unicornios, mi hermanito me lo dio.
Me siento tan feliz, tan feliz. Es tan lindo de su parte.
Le amo, le amo enormemente. Y no solo por eso, siempre le amo, pero hoy mi amor por él quema con la intensidad de mil soles.
Pero algo bueno si tuvo mi torpeza. ¡Dibujé! Me puse a dibujar y hice cosas que, a mi humilde opinión, quedaron decentes.
He aquí mis obras.
Este ultimo es algo amorfo y poco usual, de hecho, ahora que lo observo me hace pensar en Clary, la de Cazadores de Sombras, aunque cuando lo hice no pensaba mucho en nada. Pero me gusta.
P.D. Recordar no mostrarle mis obras a ella, que solo se burla y eso me hiere mucho y me hace daño. Claro que, ni para qué decírselo.
24 nov 2012
I swear, If I had the will I have to love you to study, this wouldn't be so difficult.
If you had the same desire to see me that you have to play those games, this situation wouldn't be so painful.
The question is, what am I to you?
The question is, you care about me?
I don't know if you know what you mean to me, or if you even know what kind of sensations you cause in me when you're near. But it's ok, it's ok because I don't want you to be forced to do anything. Everything you could say, everything you could feel, everything you could do for me, has to be because that's what you want, because you would feel like you were going to die if you didn't.
And here we are, just sit here side by side, waiting till one of us gets the courage that it takes to say goodbye. And here we are. I'm glancing at your eyes and you're looking at the distance. You're not capable to hold the gaze for longer than just a few seconds. You can stare at the distance for hours but you can't stare at me for two or three seconds without looking away.
But here I am, waiting for a smile, waiting for a word, waiting for a kiss or something to let me know you care. I just need a little gesture and, babe, I'll forget the time, the season and the world and will just fall into your arms.
And here we are, just sit here side by side, waiting till one of us gets the courage that it takes to say goodbye. And here we are. I'm glancing at your eyes and you're looking at the distance. You're not capable to hold the gaze for longer than just a few seconds. You can stare at the distance for hours but you can't stare at me for two or three seconds without looking away.
But here I am, waiting for a smile, waiting for a word, waiting for a kiss or something to let me know you care. I just need a little gesture and, babe, I'll forget the time, the season and the world and will just fall into your arms.
23 nov 2012
¿Arreglarse para qué? Total nadie lo ve.
Ya basta.
Si, yo sé que me las vivo dando de independiente/dependiente.
Esa bipolaridad mía es una cosa que me encanta de mi.
Sin embargo, y por mucho que me pese, esa bipolaridad es lo que me impide tomar un solo partido en esta situación.
Resulta y pasa que yo creo que cuando nos arreglamos (entiéndase por arreglarnos el hecho de ponernos bonitos, peinarnos, vestirnos bien y demás) lo hacemos por y/o para alguien. Ese alguien podemos ser nosotros mismos, nuestros amigos, la persona que nos gusta, esa persona especial, o lo que sea. Pero lo hacemos para alguien y para que ese alguien piense que nos vemos bien o nos encuentre atractivos.
Siendo así las cosas, es bastante incómodo y hasta doloroso que esa persona para la que nos arreglamos o no note el cambio o no este presente para vernos.
Y es que eso es lo que me desagrada.
A mi no me gusta demasiado arreglarme, lo máximo que hago suele ser peinarme decentemente y ya. Pero si me esfuerzo tratando de verme bien, que mis rizos se vean lindos o que mi ropa combine y cosas así, es molesto que esa persona no lo note o no lo vea.
Y punto, eso es todo.
Me aburre hacer eso y mantener esa esperanza.
Para mi se apaga, me arreglaré para mi, para mi elefante, para aquellos que sé que valoran el gesto.
Que arreglarme para un par de hermosos ojos ciegos que no pueden verme, que no sé si quieren verme, es la cosa más triste y decepcionante que puedo imaginarme en materia de asuntos visuales.
Y nos vamos, a ver qué se hace con esta sensación, con este espacio, con esta gota que cae y cae sobre la roca y que empieza a dejar un agujero que o se llena con reciprocidad o se llena con olvido.
Y esto es lo que hago cuando algo me duele o molesta.
Me lo saco con palabras y letras o lo relego a un rincón.
Pero relegarlo al rincón no hace que lo olvide y no quiero quedarme con heridas supurantes que mucho que tardan en curar.
Cambio y fuera.
Si, yo sé que me las vivo dando de independiente/dependiente.
Esa bipolaridad mía es una cosa que me encanta de mi.
Sin embargo, y por mucho que me pese, esa bipolaridad es lo que me impide tomar un solo partido en esta situación.
Resulta y pasa que yo creo que cuando nos arreglamos (entiéndase por arreglarnos el hecho de ponernos bonitos, peinarnos, vestirnos bien y demás) lo hacemos por y/o para alguien. Ese alguien podemos ser nosotros mismos, nuestros amigos, la persona que nos gusta, esa persona especial, o lo que sea. Pero lo hacemos para alguien y para que ese alguien piense que nos vemos bien o nos encuentre atractivos.
Siendo así las cosas, es bastante incómodo y hasta doloroso que esa persona para la que nos arreglamos o no note el cambio o no este presente para vernos.
Y es que eso es lo que me desagrada.
A mi no me gusta demasiado arreglarme, lo máximo que hago suele ser peinarme decentemente y ya. Pero si me esfuerzo tratando de verme bien, que mis rizos se vean lindos o que mi ropa combine y cosas así, es molesto que esa persona no lo note o no lo vea.
Y punto, eso es todo.
Me aburre hacer eso y mantener esa esperanza.
Para mi se apaga, me arreglaré para mi, para mi elefante, para aquellos que sé que valoran el gesto.
Que arreglarme para un par de hermosos ojos ciegos que no pueden verme, que no sé si quieren verme, es la cosa más triste y decepcionante que puedo imaginarme en materia de asuntos visuales.
Y nos vamos, a ver qué se hace con esta sensación, con este espacio, con esta gota que cae y cae sobre la roca y que empieza a dejar un agujero que o se llena con reciprocidad o se llena con olvido.
Y esto es lo que hago cuando algo me duele o molesta.
Me lo saco con palabras y letras o lo relego a un rincón.
Pero relegarlo al rincón no hace que lo olvide y no quiero quedarme con heridas supurantes que mucho que tardan en curar.
Cambio y fuera.
20 nov 2012
19 nov 2012
Quedamos nosotros dos.
Entre tu y yo hay un pasado, una historia, hay recuerdos, sonrisas, ideas y planes que se quedaron en el papel, o en el aliento.
Entre tu y yo quedaron regueros de felpa, de plumas, de hojas, rastros de carbón y papel, de tinta y de pintura, quedaron rastrojos de hierro y de agua, quedaron palabras y silencios.
Quedaron mil inconclusiones y páginas por cerrar.
Quedó todo un futuro y una vida sin resolver.
Entre vos y yo quedaron rencores, odios, silencios y dolores.
Quedaron sonrisas, chocolates, caramelos, cervezas y malteadas.
Quedaron piedras y hojas, quedaron libros y fotos, quedaron poemas y cartas.
Entre vos y yo quedaron dibujos y bocetos, tatuajes en la piel y en el alma, rescoldos de fuego que queman las entrañas.
Entre nosotros dos quedaron aromas, esencias, paseos y luces.
Quedaron regalos y recuerdos, quedaron promesas y preguntas.
Quedaron historias no contadas y por inventar, quedaron lágrimas y risas, quedaron iras y engaños.
Entre vos y yo quedó un amor viejo, gastado, roto y maltrecho.
Entre vos y yo quedó un amor nuevo, pobre, cruelmente asesinado mientras aprendía a volar.
Entre vos y yo quedan solo cenizas, recuerdos y ecos.
Entre tu y yo queda un futuro, un mañana, una idea.
Entre tu y yo queda un deseo, una ilusión, una palabra.
Entre tu y yo queda una palabra, un concepto, miles de preguntas y millones de historias.
Quedan expectativas y quedan ganas.
Quedan ganas y deseos, búsquedas y hallazgos.
Quedamos tu y yo y todo lo que quiero saber y lo que prefiero ignorar.
Queda todo lo que viene y todo lo que fue.
Queda todo lo que viviste y todo lo que vivirás.
Todo lo que viví y todo lo que viviré.
Todo lo que viviremos.
Y entre todas las cosas, apartando el caos, apartando las peleas, apartando las lágrimas y las confusiones.
Dejando de lado los interrogantes y los conceptos, dejando de lado los prejuicios...
Quedamos nosotros dos, ¿te parece bien?
Entre tu y yo quedaron regueros de felpa, de plumas, de hojas, rastros de carbón y papel, de tinta y de pintura, quedaron rastrojos de hierro y de agua, quedaron palabras y silencios.
Quedaron mil inconclusiones y páginas por cerrar.
Quedó todo un futuro y una vida sin resolver.
Entre vos y yo quedaron rencores, odios, silencios y dolores.
Quedaron sonrisas, chocolates, caramelos, cervezas y malteadas.
Quedaron piedras y hojas, quedaron libros y fotos, quedaron poemas y cartas.
Entre vos y yo quedaron dibujos y bocetos, tatuajes en la piel y en el alma, rescoldos de fuego que queman las entrañas.
Entre nosotros dos quedaron aromas, esencias, paseos y luces.
Quedaron regalos y recuerdos, quedaron promesas y preguntas.
Quedaron historias no contadas y por inventar, quedaron lágrimas y risas, quedaron iras y engaños.
Entre vos y yo quedó un amor viejo, gastado, roto y maltrecho.
Entre vos y yo quedó un amor nuevo, pobre, cruelmente asesinado mientras aprendía a volar.
Entre vos y yo quedan solo cenizas, recuerdos y ecos.
Entre tu y yo queda un futuro, un mañana, una idea.
Entre tu y yo queda un deseo, una ilusión, una palabra.
Entre tu y yo queda una palabra, un concepto, miles de preguntas y millones de historias.
Quedan expectativas y quedan ganas.
Quedan ganas y deseos, búsquedas y hallazgos.
Quedamos tu y yo y todo lo que quiero saber y lo que prefiero ignorar.
Queda todo lo que viene y todo lo que fue.
Queda todo lo que viviste y todo lo que vivirás.
Todo lo que viví y todo lo que viviré.
Todo lo que viviremos.
Y entre todas las cosas, apartando el caos, apartando las peleas, apartando las lágrimas y las confusiones.
Dejando de lado los interrogantes y los conceptos, dejando de lado los prejuicios...
Quedamos nosotros dos, ¿te parece bien?
16 nov 2012
Preocupación.
Ti. Tic. Tic.
El sonido de las uñas golpeando el mármol de la mesa estaba casi sincronizado con el tic tac del reloj que colgaba de la pared de la cocina. Eran casi las tres de la madrugada y aún no había señales. En otra circunstancia se habría preocupado, sin embargo sabía que nada anormal ocurría, que todo estaba bien, y que era solo su propia preocupación la que le impedía concentrarse en alguna otra cosa. Había estado observando el lento avance de las manecillas del reloj por un periodo de tiempo bastante considerable. Ya no era consciente de cuánto tiempo había pasado, solo podía pensar en las múltiples y muy aterradoras opciones. Los escenarios se dibujaban en su cabeza con una extraordinaria nitidez. Un par de policías se presentaban a su puerta con muy malas noticias. Una llamada telefónica de una voz llorosa y entrecortada. Una llamada del hospital preguntando si conocía a esa persona. Sacudió la cabeza intentando alejar esos pensamientos de su mente pero aun persistía uno. El peor de todos. Era ese donde no sabía nada, absolutamente nada, y la incertidumbre se convertía en un eterno peso sobre sus hombros. Era ese donde el silencio le hablaba día tras día y no decía nada, se quedaba ahí, acompañándola y haciéndole temer cada paso, cada sonido y cada rostro, haciéndola buscar rasgos similares en todas las caras que viera, haciendo que buscara un aroma como aquel, un par de brazos como esos, un par de ojos como los suyos, una voz como la suya.
Tic, tac, tic, tac.
El reloj de la cocina había avanzado otro tramo considerable cuando la puerta de entrada se abrió y la silueta que había estado esperando tanto tiempo entró por ella. Un breve vistazo bastó para confirmar que todo iba bien, que no había heridas, rasguños, ni huellas de dolor físico. Sus ojos recorrieron el rostro de esa persona buscando también heridas de esas que son más profundas que un tajo que atraviesa el cuerpo, tampoco halló nada. De pronto todo se esfumó, todo se fue tan repentinamente que si no lo hubiera sabido, habría pensado que era falso. De pronto solo quedaba dentro de ella una rabia intensa, sorda, latente que vibraba con la fuerza de un terremoto y que gritaba que le dejaran salir.
- Eres un idiota -dijo sin pensarlo dos veces.
Él acababa de dejar sus llaves en una mesa auxiliar junto a la puerta y se había girado a observarla.
- ¿Es todo?
Ella no pudo contenerse. Tomó lo primero que encontró con sus manos y lo arrojó con toda la fuerza de la que era capaz. El tazón reventó al golpear la pared y él tuvo que saltar para que los pedazos de vidrio no le golpearan. Sin decir una sola palabra, él volvió a mirarla. Ella estaba temblando de rabia, de humillación y frustración. De un momento a otro, y sin que ella lo advirtiera, un par de diamantes empezaron a correr por sus mejillas. El, ablandado por el brillo de aquellas gemas, dejó a un lado su actitud arrogante y se acercó a ella.
- ¿Estabas esperándome? -mientras hablaba, él la abrazó y le secó las lágrimas con besos.
- Claro que si.
- Lamento haberte preocupado -dijo él, con un tono que era más sarcástico que sentido.
- No seas idiota -dijo ella-. Si estaba preocupada, siempre lo estaré.
- Deberías confiar más en mi.
- No es asunto de confianza. Confío plenamente en ti. Pero sea como sea, moriré de preocupación siempre que no sepa qué es de ti, ¿acaso no ves que estoy perdida?
- ¿Perdida?
- Perdida. Perdida por completo porque no sé vivir sin ti y porque no sé vivir sin saber que estás bien.
- No te preocupes, por mucho que te pierdas, yo te encontraré.
Y los diamantes se disolvieron y las palabras se acabaron.
El sonido de las uñas golpeando el mármol de la mesa estaba casi sincronizado con el tic tac del reloj que colgaba de la pared de la cocina. Eran casi las tres de la madrugada y aún no había señales. En otra circunstancia se habría preocupado, sin embargo sabía que nada anormal ocurría, que todo estaba bien, y que era solo su propia preocupación la que le impedía concentrarse en alguna otra cosa. Había estado observando el lento avance de las manecillas del reloj por un periodo de tiempo bastante considerable. Ya no era consciente de cuánto tiempo había pasado, solo podía pensar en las múltiples y muy aterradoras opciones. Los escenarios se dibujaban en su cabeza con una extraordinaria nitidez. Un par de policías se presentaban a su puerta con muy malas noticias. Una llamada telefónica de una voz llorosa y entrecortada. Una llamada del hospital preguntando si conocía a esa persona. Sacudió la cabeza intentando alejar esos pensamientos de su mente pero aun persistía uno. El peor de todos. Era ese donde no sabía nada, absolutamente nada, y la incertidumbre se convertía en un eterno peso sobre sus hombros. Era ese donde el silencio le hablaba día tras día y no decía nada, se quedaba ahí, acompañándola y haciéndole temer cada paso, cada sonido y cada rostro, haciéndola buscar rasgos similares en todas las caras que viera, haciendo que buscara un aroma como aquel, un par de brazos como esos, un par de ojos como los suyos, una voz como la suya.
Tic, tac, tic, tac.
El reloj de la cocina había avanzado otro tramo considerable cuando la puerta de entrada se abrió y la silueta que había estado esperando tanto tiempo entró por ella. Un breve vistazo bastó para confirmar que todo iba bien, que no había heridas, rasguños, ni huellas de dolor físico. Sus ojos recorrieron el rostro de esa persona buscando también heridas de esas que son más profundas que un tajo que atraviesa el cuerpo, tampoco halló nada. De pronto todo se esfumó, todo se fue tan repentinamente que si no lo hubiera sabido, habría pensado que era falso. De pronto solo quedaba dentro de ella una rabia intensa, sorda, latente que vibraba con la fuerza de un terremoto y que gritaba que le dejaran salir.
- Eres un idiota -dijo sin pensarlo dos veces.
Él acababa de dejar sus llaves en una mesa auxiliar junto a la puerta y se había girado a observarla.
- ¿Es todo?
Ella no pudo contenerse. Tomó lo primero que encontró con sus manos y lo arrojó con toda la fuerza de la que era capaz. El tazón reventó al golpear la pared y él tuvo que saltar para que los pedazos de vidrio no le golpearan. Sin decir una sola palabra, él volvió a mirarla. Ella estaba temblando de rabia, de humillación y frustración. De un momento a otro, y sin que ella lo advirtiera, un par de diamantes empezaron a correr por sus mejillas. El, ablandado por el brillo de aquellas gemas, dejó a un lado su actitud arrogante y se acercó a ella.
- ¿Estabas esperándome? -mientras hablaba, él la abrazó y le secó las lágrimas con besos.
- Claro que si.
- Lamento haberte preocupado -dijo él, con un tono que era más sarcástico que sentido.
- No seas idiota -dijo ella-. Si estaba preocupada, siempre lo estaré.
- Deberías confiar más en mi.
- No es asunto de confianza. Confío plenamente en ti. Pero sea como sea, moriré de preocupación siempre que no sepa qué es de ti, ¿acaso no ves que estoy perdida?
- ¿Perdida?
- Perdida. Perdida por completo porque no sé vivir sin ti y porque no sé vivir sin saber que estás bien.
- No te preocupes, por mucho que te pierdas, yo te encontraré.
Y los diamantes se disolvieron y las palabras se acabaron.
13 nov 2012
Queremos hacer un video. Si, estamos tostadas y aburridas.
Hola gente bonita.
Si, los llamé bonitos, ¿se quejarán? Vale, quéjense y miren si me importa. No me importa.
Alto, alto, si me importa, ¡no se quejen!
En fin, resulta que hoy estoy como que medio aburrida, si: "como que medio". Es que no lo estoy del todo pero tampoco estoy muy entretenida que digamos.
Veamos, debería estar haciendo miles de cosas, podría, por ejemplo, estar estudiando. Necesito un cuatro en el parcial final para poder aprobar una materia, cuatro en una escala de cinco, cosa relativamente fácil para mi en una materia cualquiera pero es que esa NO es una materia cualquiera. Se trata, nada más y nada menos, que de estadística. Y yo, amante de las letras y ociosa empedernida, no consigo reunir la fuerza de voluntad suficiente para llevar a cabo la jornada de estudio necesaria para que los conocimientos relativos a esa asignatura se graben en mi mente y así no tenga que pedirle a algun compañero que me pase las respuestas. Pero nop, aquí estoy y no estudio.
También podría estar escribiendo. Si eres nuevo por acá, cosa improbable ya que no tengo mucho público, debes saber que soy un remedo de escritora. Si, remedo. Es que resulta que esta hermosa cosita diminuta, es decir yo, es bastante inconstante con sus musas y odia forzar las cosas. Si la musa no viene, no vino y ahí se queda la cosa. Pero algún día, en un futuro no muy lejano (espero) por fin acabaré alguna de mis historias o un libro o algo por el estilo y entonces veréis mi nombre, o seudónimo, en la portada de un libro en la vitrina de alguna librería o en uno de esos puestos que están en los andenes de las calles del centro de mi ciudad. No me critiquéis, a mi lo que me importa es terminar algo, librería o anden no es que me importe mucho (Dice Belle, para los que no saben, ella es la otra voz que vive en mi cabeza, una especie de conciencia, es que me gusta imaginarle como un ser pensante y vivo aparte de mi, es triste estar sola en este cuerpo. En fin, ella dice que miento y que si me importa dónde se vea mi libro. No le hagan caso, no suele saber que hay cosas que no quiero decir. Oops).
O podría estar dibujando, de hecho es una buena idea. Me gusta dibujar y no soy tan mala para ello. Soy, digamos que mediocre. El punto es que hay muchos que son mejores que yo y muchos que tienen más creatividad y talento. No sé qué rayos pasa con mi psiquis que solo se me enciende el bombillo cuando estoy bajo presión y eso no es bueno, no me gusta estar bajo presión pero a la vez si. Si, gente bonita, quéjense si quieren, soy rara y me gusta sentir que estoy nerviosa y mariposas en mi estomago y que mis piernas sean de mantequilla, o de gelatina, pero son de gelatina por él, y que mi corazón se acelere y que mi mente funcione a millón. ¿Qué estaba diciendo? Ah si, que soy una pseudo dibujante. A todas estas, no sé bien por qué es que me gusta pero me gusta, como todo lo que me gusta Mwuajajajajaja cof ... cof ... cof ... (cuando me rio malvadamente acabo tosiendo o ahogándome con mi propia saliva, si, ¡soy torpe!).
Podría estar leyendo. Soy una amante perdida de los libros. Cualquier genero de literatura, lo que sea, me encanta. Y, bueno, por cuestiones de la vida (pierdo mi tiempo en facebook, twitter, youtube y en muchas cosas más: cuantocabrón, cuantarazón, ascodevida, vistoenfb y etc) no he terminado los muchos libros que empecé hace poco. Ah si, tengo la mala costumbre de leer varios libros al tiempo. Si, si entiendo cada uno y si, también recuerdo de qué tratan, algunos más que otros porque algunos me marcan más que otros. ¿Mi libro favorito? Emmm... ¡No sé! Hay demasiados que me gustan. Supongo que será alguno de Stephen King o El padrino o Rayuela o Dracula o Cumbres Borrascosas o alguno que aún no he leído.
También podría ... no sé qué más podría hacer... Digamos que esas son las cosas en las que más me entretengo. Pero bueno, esto fue porque tuve una idea hace poco. Resulta que pocos de mis seguidores, que de por si ya son pocos, conocen mi rostro. Y bueno, se me ocurrió que quizá no sería mala idea hacer un vídeo para que me conozcan un poco mejor y puedan ver mi hermosa y dulce cara. Oh si, soy divina, hermosa, tierna y dulce. Ah y mi nariz crece cuando miento así que imagínense cómo estará ahora.
Hay un pequeño problema... Es que, como yo soy yo, ¡en mi casa no hay cámara! Es decir, lo más cercano a una cámara de vídeo es la cámara de mi teléfono. Entonces será probar cómo sale un vídeo desde mi teléfono y si queda algo decente os lo subiré por acá y quizá a youtube. *Siempre he querido subir algo a youtube* A ver si así me entretengo un poco.
Bueno, creo que eso es todo.
Ah, si. Me falta algo. TE EXTRAÑO. Lo siento, tal vez no quieras que diga eso, sé que a nadie le importa que lo diga pero es que yo quiero decirlo ¿Y por qué quiero decirlo? Sencillo, porque no me gusta callarme las cosas y bueno, últimamente me he callado demasiadas entonces necesito que algo salga y así pueda hacer espacio para lo que falta.
Ahora si, gente bonita. He decidido que iré a dibujar y a ver si sale algo decente. Nos vemos por ahí. En sus sueños, pesadillas, revelaciones del subconsciente o sencillamente por la calle un día de estos. Yo seré la que vaya cantando a todo pulmón o hablando sola o dando saltitos.
Lárguense, digo, cuídense y no maduren. Madurar es tan poco genial. Yo no quiero hacerlo, aunque lo hago inconscientemente, pero me gusta más ser una yo. Si, una yo. No soy una niña, aunque a veces si, y tampoco soy madura pero hay quienes dicen que si (mi progenitora no, ella no se decide según sé).
Bueno ya. Nos vamos.
Amen mucho, roben besos (vos podes robarme uno a mi), coman chocolate o fresas o lo que les guste y duerman bien.
Nos vemos por ahí.
Si, los llamé bonitos, ¿se quejarán? Vale, quéjense y miren si me importa. No me importa.
Alto, alto, si me importa, ¡no se quejen!
En fin, resulta que hoy estoy como que medio aburrida, si: "como que medio". Es que no lo estoy del todo pero tampoco estoy muy entretenida que digamos.
Veamos, debería estar haciendo miles de cosas, podría, por ejemplo, estar estudiando. Necesito un cuatro en el parcial final para poder aprobar una materia, cuatro en una escala de cinco, cosa relativamente fácil para mi en una materia cualquiera pero es que esa NO es una materia cualquiera. Se trata, nada más y nada menos, que de estadística. Y yo, amante de las letras y ociosa empedernida, no consigo reunir la fuerza de voluntad suficiente para llevar a cabo la jornada de estudio necesaria para que los conocimientos relativos a esa asignatura se graben en mi mente y así no tenga que pedirle a algun compañero que me pase las respuestas. Pero nop, aquí estoy y no estudio.
También podría estar escribiendo. Si eres nuevo por acá, cosa improbable ya que no tengo mucho público, debes saber que soy un remedo de escritora. Si, remedo. Es que resulta que esta hermosa cosita diminuta, es decir yo, es bastante inconstante con sus musas y odia forzar las cosas. Si la musa no viene, no vino y ahí se queda la cosa. Pero algún día, en un futuro no muy lejano (espero) por fin acabaré alguna de mis historias o un libro o algo por el estilo y entonces veréis mi nombre, o seudónimo, en la portada de un libro en la vitrina de alguna librería o en uno de esos puestos que están en los andenes de las calles del centro de mi ciudad. No me critiquéis, a mi lo que me importa es terminar algo, librería o anden no es que me importe mucho (Dice Belle, para los que no saben, ella es la otra voz que vive en mi cabeza, una especie de conciencia, es que me gusta imaginarle como un ser pensante y vivo aparte de mi, es triste estar sola en este cuerpo. En fin, ella dice que miento y que si me importa dónde se vea mi libro. No le hagan caso, no suele saber que hay cosas que no quiero decir. Oops).
O podría estar dibujando, de hecho es una buena idea. Me gusta dibujar y no soy tan mala para ello. Soy, digamos que mediocre. El punto es que hay muchos que son mejores que yo y muchos que tienen más creatividad y talento. No sé qué rayos pasa con mi psiquis que solo se me enciende el bombillo cuando estoy bajo presión y eso no es bueno, no me gusta estar bajo presión pero a la vez si. Si, gente bonita, quéjense si quieren, soy rara y me gusta sentir que estoy nerviosa y mariposas en mi estomago y que mis piernas sean de mantequilla, o de gelatina, pero son de gelatina por él, y que mi corazón se acelere y que mi mente funcione a millón. ¿Qué estaba diciendo? Ah si, que soy una pseudo dibujante. A todas estas, no sé bien por qué es que me gusta pero me gusta, como todo lo que me gusta Mwuajajajajaja cof ... cof ... cof ... (cuando me rio malvadamente acabo tosiendo o ahogándome con mi propia saliva, si, ¡soy torpe!).
Podría estar leyendo. Soy una amante perdida de los libros. Cualquier genero de literatura, lo que sea, me encanta. Y, bueno, por cuestiones de la vida (pierdo mi tiempo en facebook, twitter, youtube y en muchas cosas más: cuantocabrón, cuantarazón, ascodevida, vistoenfb y etc) no he terminado los muchos libros que empecé hace poco. Ah si, tengo la mala costumbre de leer varios libros al tiempo. Si, si entiendo cada uno y si, también recuerdo de qué tratan, algunos más que otros porque algunos me marcan más que otros. ¿Mi libro favorito? Emmm... ¡No sé! Hay demasiados que me gustan. Supongo que será alguno de Stephen King o El padrino o Rayuela o Dracula o Cumbres Borrascosas o alguno que aún no he leído.
También podría ... no sé qué más podría hacer... Digamos que esas son las cosas en las que más me entretengo. Pero bueno, esto fue porque tuve una idea hace poco. Resulta que pocos de mis seguidores, que de por si ya son pocos, conocen mi rostro. Y bueno, se me ocurrió que quizá no sería mala idea hacer un vídeo para que me conozcan un poco mejor y puedan ver mi hermosa y dulce cara. Oh si, soy divina, hermosa, tierna y dulce. Ah y mi nariz crece cuando miento así que imagínense cómo estará ahora.
Hay un pequeño problema... Es que, como yo soy yo, ¡en mi casa no hay cámara! Es decir, lo más cercano a una cámara de vídeo es la cámara de mi teléfono. Entonces será probar cómo sale un vídeo desde mi teléfono y si queda algo decente os lo subiré por acá y quizá a youtube. *Siempre he querido subir algo a youtube* A ver si así me entretengo un poco.
Bueno, creo que eso es todo.
Ah, si. Me falta algo. TE EXTRAÑO. Lo siento, tal vez no quieras que diga eso, sé que a nadie le importa que lo diga pero es que yo quiero decirlo ¿Y por qué quiero decirlo? Sencillo, porque no me gusta callarme las cosas y bueno, últimamente me he callado demasiadas entonces necesito que algo salga y así pueda hacer espacio para lo que falta.
Ahora si, gente bonita. He decidido que iré a dibujar y a ver si sale algo decente. Nos vemos por ahí. En sus sueños, pesadillas, revelaciones del subconsciente o sencillamente por la calle un día de estos. Yo seré la que vaya cantando a todo pulmón o hablando sola o dando saltitos.
Lárguense, digo, cuídense y no maduren. Madurar es tan poco genial. Yo no quiero hacerlo, aunque lo hago inconscientemente, pero me gusta más ser una yo. Si, una yo. No soy una niña, aunque a veces si, y tampoco soy madura pero hay quienes dicen que si (mi progenitora no, ella no se decide según sé).
Bueno ya. Nos vamos.
Amen mucho, roben besos (vos podes robarme uno a mi), coman chocolate o fresas o lo que les guste y duerman bien.
Nos vemos por ahí.
10 nov 2012
6 nov 2012
4 nov 2012
Odio las promesas
Tantas cosas, tantas cosas.
Odio que me hagan promesas, odio que me den ideas, odio que me hagan volar para después caerme al piso.
Detesto eso, porque me elevo demasiado, porque me importa demasiado, porque me emociono con estupideces.
Yo quería, con todas mis fuerzas, algo que me acaban de decir que no será posible.
Claro, ellos tienen miles de cosas y yo debo esperar.
A mi no me duele, a menos que me nieguen cosas que prometen ciegamente.
Entonces no me prometan nada y que todo se pudra y ya.
Yo veré qué hago y cómo lo hago, pero no me prometan porquerías estúpidas que luego no me van a dar o que luego no podrán cumplirse.
Odio sentirme defraudada por nada.
Odio que me importe tanto esto.
Odio que lo que me importe sea tan estúpido para tantos.
Odio, a veces de veras odio, ser yo.
Odio que me hagan promesas, odio que me den ideas, odio que me hagan volar para después caerme al piso.
Detesto eso, porque me elevo demasiado, porque me importa demasiado, porque me emociono con estupideces.
Yo quería, con todas mis fuerzas, algo que me acaban de decir que no será posible.
Claro, ellos tienen miles de cosas y yo debo esperar.
A mi no me duele, a menos que me nieguen cosas que prometen ciegamente.
Entonces no me prometan nada y que todo se pudra y ya.
Yo veré qué hago y cómo lo hago, pero no me prometan porquerías estúpidas que luego no me van a dar o que luego no podrán cumplirse.
Odio sentirme defraudada por nada.
Odio que me importe tanto esto.
Odio que lo que me importe sea tan estúpido para tantos.
Odio, a veces de veras odio, ser yo.
3 nov 2012
Conversaciones Interesantes XL
- Pensabas que podía ser mucho más, estabas seguro de ello. No finjas que no te importa.
+ Te equivocas, no es así. Si pensé que podía ser más pero no me importa.
- ¿Acaso hay algo que no sepa?
+ No hay algo que no sepas, hay algo que no entiendes. No importa porque todo lo que quería era hacer algo, no que trascendiera, no que fuese magnifico, simplemente que fuese algo.
- Y si lo hiciste. Hiciste algo magnifico.
+ No, no hice algo magnifico. No hablo de eso.
- Pero... ¿Si no te refieres a eso, entonces a qué?
+ Me refiero a esto. Esto es ese algo.
- Entonces...
+ Entonces ya no importa lo demás.
+ Te equivocas, no es así. Si pensé que podía ser más pero no me importa.
- ¿Acaso hay algo que no sepa?
+ No hay algo que no sepas, hay algo que no entiendes. No importa porque todo lo que quería era hacer algo, no que trascendiera, no que fuese magnifico, simplemente que fuese algo.
- Y si lo hiciste. Hiciste algo magnifico.
+ No, no hice algo magnifico. No hablo de eso.
- Pero... ¿Si no te refieres a eso, entonces a qué?
+ Me refiero a esto. Esto es ese algo.
- Entonces...
+ Entonces ya no importa lo demás.
1 nov 2012
Yo
Yo soy la primera en admitir que soy despistada, olvidadiza, distraída y que no suelo poner atención a los detalles la mayor parte del tiempo. Sin embargo, y a pesar de lo que muchos piensen, esto no es una regla general en mi. Siempre he dicho, y me gusta decir esto, que soy un juego de contrastes. No soy una sola yo, no hay una sola percepción, todo varía según la persona, la situación, el día o mi estado de ánimo. Puedo ser la persona más normal y seria de este mundo y un segundo después puedo ser la cosa más extraña e inquieta.
Entonces, necesito que si me quieren, me quieran así, inconstante y voluble para muchas cosas pero sabiendo que, una de las cosas en las que más constante puedo ser, es en el enorme amor que puedo desarrollar por las personas a una velocidad alarmante.
Entonces, necesito que si me quieren, me quieran así, inconstante y voluble para muchas cosas pero sabiendo que, una de las cosas en las que más constante puedo ser, es en el enorme amor que puedo desarrollar por las personas a una velocidad alarmante.
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