Ese maldito masoquismo. No lo supero, vale. No logro superarlo. Vaya el diablo a saber por qué. Lo único que sé es que quiero verle, quiero tenerle en mis manos de nuevo, quiero poder decirle todo lo que nunca le dije porque no quiero ahogarme más con esto.
Si yo hubiera sabido que sería así, no me habría quedado con las mordidas, no me habría quedado con las palabras, me habría cobrado todas y cada una de las ganas que le tenía.
Y ahora no tengo ni las ganas ni los recuerdos.
Es un maldito masoquismo de estarlo pensando y no poder superarlo.
Es un condenado hecho que le quiera cuando todo es una porquería.
Es todo tan puramente yo que mierda.
Es tan jodidamente perfecto que duele.
Duele hasta las lágrimas que no puedo derramar, duele hasta las palabras que quiero gritar, duele hasta el vacío que tengo por dentro.
Duele.
Maldición.
Duele.
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