Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
Es tan jodidamente perfecto, jodidamente perfecto, que.... Mierda.
Esto ya es parte de mi pésima suerte pero no hacia falta llegar a tanto. Arruinarme el animo así es cruel y una putada.
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