Yo no cuento las campanas.
No me como las uvas.
No me pongo ropa amarilla.
No salgo a rondar la cuadra.
Yo me siento, miro al vacío, cuento y espero.
Yo no sonrío ni felicito, no bailo ni salto.
Yo cuento una y otra vez y ruego por que termine pronto.
Ruego por que todo pase.
No significa nada.
Y es que es sólo un día cualquiera, un día más.
Es otro de esos días donde ser yo me trae más criticas que halagos, donde ni siquiera silencios obtengo.
Es uno de esos días que me recuerda lo mucho que ansío marchar y no volver.
Es uno de esos días donde sueño despierta con mayor intensidad.
Es un día cualquiera donde todos fingen una dicha que no sienten.
No tengo expectativas por algo que vendrá, será bueno o malo pero no soy yo quien le dirá qué ser.
No me siento ansiosa por ver qué ocurre, todo pasará.
No me atrae ver a la gente, de qué sirve si no están cuando les necesito.
No, no me atrae en absoluto.
Si empiezo sola y termino sola, por qué he de añorar ese día.
Es un día más. Un día sin ti, un día más sin ti.
Es un día menos, un día menos hasta dejar de pensar en ti.
Es sólo un día.
Tú eres sólo una persona más.
Yo soy sólo una sombra más.
No es nada, sino sombras y luces.
Es un día más, otro de muchos que vendrán.
O no.
Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
30 dic 2013
Es un día más.
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