Bueno, no sé cuanta gente visite mi blog, o cuanta gente haya leido mis escritos pero a los que lo han hecho les informo que pienso continuarlos. Hasta ahora solo les he publicado por aqui el relato de "Campos en Guerra", en sí no es para ser un libro, espero que no, es más bien una historia, por llamarlo asi. Planeo seguir escribiendo y subiendo partes. Quizás no diariamente pero por lo menos una vez a la semana. Tengan paciencia, ya inicie clases nuevamente y es probable que pase dias sin escribir pero no abandonare la historia. De nuevo. Mi conciencia no me lo permitiria.
Ademas tengo una nueva idea "Calles". ¿Pensaron que era solo una simple entrada? Pues no, es una idea peregrina que ronda mi cabeza estos dias y que planeo continuar. Posiblemente alterne las publicaciones de "Campos en Guerra" y "Calles", por lo cual tratare de llevar una secuencia.
Eso es todo por hoy.
Un beso desde el viento que se lleva mis susurros.
Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.
31 jul 2011
27 jul 2011
Calles
La calle se veía fría y oscura, sin huellas de actividad humana deambulando en el helado exterior. Había una gran cantidad de casas y edificios luminosos en la zona, todos fantasmas de un momento anterior pues sus luces se hallaban ahora apagadas, y las ventanas, que en tiempos remotos habían reflejado los trajines de los caminantes, habían sido tapiadas y selladas, bien fuera para impedir la entrada de las ratas o su salida.
Las farolas titilantes que colgaban en la cima de los postes ofrecían una tenue luz que pocas oportunidades tenia de combatir las sombras. Aun así, todo eso era suficiente. Aquello bastaba. El centro de aquella calle había muerto y, con él, lo que giraba a su alrededor.
Si un transeúnte se hubiera atrevido a caminar por aquella calle, sin dejarse intimidar por la soledad de los edificios o la timidez de las lamparas; si lograba llegar al final de la calle, entonces, vería la colina, la mansión que una vez fuera el centro de esa calle y de ese barrio que ahora era un tugurio de la ciudad.
Y si el transeúnte hubiera estado atento a aquello que lo rodeaba, si realmente pusiera atención, entonces vería la misteriosa sombra que se deslizaba por el otro lado de la calle; siempre unida a los edificios, alejada de la escaza luz que brindaban aquellas antorchas de papel que habían llamado farolas.
Es posible que observara cómo la sombra llegaba y abría la verja que conducía a la colina. Cómo se deslizaba a través del camino de la entrada y cruzaba por los arboles hasta llegar a la entrada de la mansión. Quizás, si nuestro caminante fuera una persona curiosa, vería que la sombra abría la puerta principal sin que esta opusiera la menor resistencia y se introducía en ese sagrado templo.
Eso, claro suponiendo que nuestro transeúnte fuera alguien atento y curioso. Pero nos referimos a una persona normal y las personas normales no observan a las sombras en la calle. Por supuesto, las sombras normales no entran a mansiones por la puerta principal, ni mucho menos se mueven por la calle con el sigilo de un gato negro o un tigre.
Las farolas titilantes que colgaban en la cima de los postes ofrecían una tenue luz que pocas oportunidades tenia de combatir las sombras. Aun así, todo eso era suficiente. Aquello bastaba. El centro de aquella calle había muerto y, con él, lo que giraba a su alrededor.
Si un transeúnte se hubiera atrevido a caminar por aquella calle, sin dejarse intimidar por la soledad de los edificios o la timidez de las lamparas; si lograba llegar al final de la calle, entonces, vería la colina, la mansión que una vez fuera el centro de esa calle y de ese barrio que ahora era un tugurio de la ciudad.
Y si el transeúnte hubiera estado atento a aquello que lo rodeaba, si realmente pusiera atención, entonces vería la misteriosa sombra que se deslizaba por el otro lado de la calle; siempre unida a los edificios, alejada de la escaza luz que brindaban aquellas antorchas de papel que habían llamado farolas.
Es posible que observara cómo la sombra llegaba y abría la verja que conducía a la colina. Cómo se deslizaba a través del camino de la entrada y cruzaba por los arboles hasta llegar a la entrada de la mansión. Quizás, si nuestro caminante fuera una persona curiosa, vería que la sombra abría la puerta principal sin que esta opusiera la menor resistencia y se introducía en ese sagrado templo.
Eso, claro suponiendo que nuestro transeúnte fuera alguien atento y curioso. Pero nos referimos a una persona normal y las personas normales no observan a las sombras en la calle. Por supuesto, las sombras normales no entran a mansiones por la puerta principal, ni mucho menos se mueven por la calle con el sigilo de un gato negro o un tigre.
Si...
Si mi realidad contiene el precio de tus besos,
si mi vida, en su vacuidad, incluye el sacrificio que por amor debo pagar;
si tan solo en un suspiro,
aunque sea el ultimo que haya de exhalar,
se encontrara el dulce tormento,
la caricia de tus labios al amar.
El mundo, la vida, la ilusión,
ninguna de estas u otras maravillas se pueden comparar
al celestial color de tus ojos,
a la devoción que me produce tu mirar.
Si tan solo tuviera la posibilidad de,
Entre todos los mortales,
Ser yo quien te enseñase a amar,
Podrían pasar las décadas, los siglos, las eras y la eternidad
Pero te aseguro, vida mía, que no habrá
Alguien más dispuesto ni entregado
Para esta tarea realizar.
Si llegaras a creer que presumo o exagero
Recuerda que tu aroma me quedo marcado con fuego;
Recuerda que tus besos son para mi dulce veneno
Pues si los pruebo muero, mas no sé vivir sin ellos.
Aquí esta mi alma, voluntariamente la entrego,
pagaría el precio con mi vida, si tan solo fueras para mi, amiga.
Por eso permanezco, porque por ti sueño
que tan solo si...
si mi vida, en su vacuidad, incluye el sacrificio que por amor debo pagar;
si tan solo en un suspiro,
aunque sea el ultimo que haya de exhalar,
se encontrara el dulce tormento,
la caricia de tus labios al amar.
El mundo, la vida, la ilusión,
ninguna de estas u otras maravillas se pueden comparar
al celestial color de tus ojos,
a la devoción que me produce tu mirar.
Si tan solo tuviera la posibilidad de,
Entre todos los mortales,
Ser yo quien te enseñase a amar,
Podrían pasar las décadas, los siglos, las eras y la eternidad
Pero te aseguro, vida mía, que no habrá
Alguien más dispuesto ni entregado
Para esta tarea realizar.
Si llegaras a creer que presumo o exagero
Recuerda que tu aroma me quedo marcado con fuego;
Recuerda que tus besos son para mi dulce veneno
Pues si los pruebo muero, mas no sé vivir sin ellos.
Aquí esta mi alma, voluntariamente la entrego,
pagaría el precio con mi vida, si tan solo fueras para mi, amiga.
Por eso permanezco, porque por ti sueño
que tan solo si...
..
Esto es algo que.. que surgió de los recuerdos.
16/07/11
Si pudiera escoger de nuevo,
si otra vez me dieran la oportunidad de elegir,
no te escogería a ti.
Hay elecciones que no deseo repetir,
sentimientos de los que me gustaría huir.
Pero miento, con el cuerpo y con el alma, miento.
Extraño el ilógico sabor de un beso.
El inexplicable sonido del anhelo
cada vez que te sentía lejos.
Aunque quisiera no cargar con este peso
sería la más grande blasfemia decir que, a momentos, no lo deseo.
Y aunque desearía otra oportunidad, una nueva esperanza para continuar
seguiré extrañando el recuerdo.
Aun cuando hoy sienta que fue un error
para mi fue algo bello, en su momento,
un momento que hoy yace muerto y enterrado
en el olvido de un rincón desierto.
en una gruta inhabitada,
donde guardo aquello que no deseo.
...
14/07/11
A todas esas cosas que hicimos
para no ser dejados a un lado,
a los errores que cometimos
para no ser abandonados.
Aqui esta mi mano,
se las extiendo,
los abrazo.
Hemos sido ingenuos, hemos sido ineptos,
hemos sido convertidos en titeres de algun usurero.
¿Donde esta la logica que esto deberia poseer?
¿Donde se esconde el plan maestro que programa nuestras desgracias?
Tantas palabras, tantas cartas,
son tantas las cosas creadas
que sobran nuestras palabras.
Fueron ellos, fui yo,
al final fue el vacio el que ganó.
Al cerrarse el telón, finalizar el libreto de error,
desearia no haber caido,
ni siquiera por tu amor.
En un tiempo lejano ya...
Estoy escribiendo de nuevo, recuerdo la sensación, la necesidad de plasmarlo...
Aquí empieza la noche
y con ella mi proyecto
planeo encontrar un escape
una hoguera a mis sentimientos.
Que el fuego consuma y destruya
aquello que hoy le entrego.
Que convierta en cenizas mi anhelo
de sentir el calor de tu cuerpo.
Las mentiras de papel que con tu aliento esbocé,
se convierten en heridas que carcomen el placer.
Un vez hubo dicha, en un tiempo lejano ya,
existió una melodía, ritmo de cuerpos al amar.
La lluvia hoy me reclama, su dulzura me pide renombrar
aquellas cosas vividas en un tiempo lejano ya.
En mi mente esta grabado, con el precioso poder
que al fuego pertenece, cada marca de tu ser.
La cicatriz en tu pecho, invisible e imborrable,
marca fiel del paso de nuestro tiempo implacable.
Por eso le entrego al fuego, todo aquello que un día fue.
Para que consuma y destruya todo anhelo que guarde.
13/07/11
Aquí empieza la noche
y con ella mi proyecto
planeo encontrar un escape
una hoguera a mis sentimientos.
Que el fuego consuma y destruya
aquello que hoy le entrego.
Que convierta en cenizas mi anhelo
de sentir el calor de tu cuerpo.
Las mentiras de papel que con tu aliento esbocé,
se convierten en heridas que carcomen el placer.
Un vez hubo dicha, en un tiempo lejano ya,
existió una melodía, ritmo de cuerpos al amar.
La lluvia hoy me reclama, su dulzura me pide renombrar
aquellas cosas vividas en un tiempo lejano ya.
En mi mente esta grabado, con el precioso poder
que al fuego pertenece, cada marca de tu ser.
La cicatriz en tu pecho, invisible e imborrable,
marca fiel del paso de nuestro tiempo implacable.
Por eso le entrego al fuego, todo aquello que un día fue.
Para que consuma y destruya todo anhelo que guarde.
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