Ni ella ni yo pensamos disculparnos por nuestras palabras. No se disculpa el sol aunque queme ni la luna aunque en ocasiones aterre. Yo amo, todo aquello que pueda ser amable, y como me rehúso a esconderme, he aquí mi escape.

5 jun 2010

CC Doll

He aqui un fragmento de algo que me gusta:

Inclinándose sobre mí, con su rostro fijo en el mío, sus ojos serenos eran penetrantes, preocupados, intensos. Sus ojos azules eran como los de todos nosotros, sin embargo, en aquel día lluvioso, reflejaban los colores de las flores de papel, transformándose en límpidos charcos oscuros de iridiscencia. Sentí que se me obstruía la garganta preguntándome dónde estaba aquel muchacho al que yo solía conocer,  y quién era, en cambio, este muchacho de patillas rubias, que me miraba tan largamente a los ojos. Con esa mirada sólo me tenía como aprisionada. Y más fuerte que cualquier dolor que hubiera sentido hasta entonces, era el que me causaba el sufrimiento que veía en el cambiante caleidoscopio, iluminado con los colores del arco iris, que veía en sus ojos atormentados.

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