Working...

Ahora mismo no tengo idea de donde es arriba ni donde abajo, pero tengo una idea rondando mi cabeza y aquí va:


En ese preciso instante en que el teléfono sonó yo ya sabía quien era, de quien se trataba, lo hubiera sabido en cualquier momento porque no había ninguna otra persona tan conectada a los terminales nerviosos de mi alma como lo estaba él. No dudé en contestar, aun a sabiendas de lo doloroso e insoportable que podía llegar a ser el tener su voz tan cerca y a la vez tan lejos, lo cruel que iba a ser decir adiós, lo duro que sería tener que colgar el teléfono cuando ninguno de los dos pudiera soportar hablar con el otro.
- Hola -dijo la voz al otro lado de la linea.
- hola -respondí a mi vez.
se hizo un extraño silencio, ambos preguntándonos que diría o que sentiría el otro. Pero no era necesario, nos conocíamos tan bien que podíamos saberlo.
- Te extraño -fue lo primero que dijo.
- y yo.
- lo siento, no debería hablar de cosas tristes cuando por fin oigo tu voz pero no puedo evitar decir lo que siento cada vez que hablo contigo.
- no te preocupes, simplemente dijiste lo que ambos sentimos pero que se nos hace duro de admitir... o al menos a mi se me hace duro de admitir que te necesito tanto en mi vida.
- calla, ya no importa. Escucho tu voz y eso es lo único real en este momento.
- Entonces quisiera que la realidad durara un poco mas....  Lamento lo que te estoy haciendo -susurré, como si no sintiera que me clavaba un cuchillo en el corazón por lo que hacia-. Por favor no me odies.
- ¿odiarte? -se oía demasiado desconcertado- ¿como he de odiarte si eres lo que más amo? no importa lo que paso. me alegra que no hayas permitido que te besara, que aun quieras ser mi amiga, y, aunque suene increíble, me alegra que no estés, no porque no te quiera a mi lado porque eso es lo que más deseo, sino porque estas haciendo lo que te gusta, lo que te hace feliz. Para mi eso es lo que importa.
- Pues no estoy muy segura de que esto me haga feliz -musité, claro que no lo estaba, lo estaba pasando terrible ultimamente, en la academia todos eran mejores que yo y claro ya no me concentraba sin él cerca-. Creo...que no sirvo para esto.
Él notó el nudo en mi garganta al hablar.
- Jamas, oyeme bien, jamas vuelvas a decir eso ¿entendido? -estaba realmente molesto y su voz me decía que había un trasfondo que quería ocultar-. Eres realmente buena, demasiado buena y ninguno de esos tontos chicos te hará sentir mal. Eres mi princesa guerrera, grabatelo. si tu pierdes la fe yo también la perderé así que lucha por ello y trata de seguir.
- Gracias, eres más de lo que merezco.
- No, simplemente soy honesto, amor. Sabes que sin ti a mi lado he tenido mucho que pensar y he concluido que no importa, que te esperaré todo el tiempo del mundo porque te amo, porque eres la única chica que he amado y porque eres la única a quien quiero amar. Un día seras mi esposa, tenlo por seguro.
Me eche a reír, nada me podría gustar más que eso, pero ¿para que decirlo? simplemente lo haría más difícil de lo que ya era. Aun quedaba mucho tiempo, aun no era ninguna artista famosa ni reconocida, ni siquiera era la mejor de la clase,  así que dificilmente podría pensar en volver. No, no volvería hasta que lo fuera.
- Lo siento. Tú mejor que nadie sabes cuando volveré. Es tu decisión, y este es nuestro adiós. Te amo.
- Te amo, preciosa. Jamás lo olvides.
Colgó el teléfono. Y, una vez que no pudo oírme, me largue a llorar. No habría podido hacerlo si el me oía; me había prohibido llorar por él, pero necesitaba desahogarme y esta era una manera muy practica.
Tendría que seguir mi vida como si nada, volver a la academia y seguir esforzándome, sería la mejor, lo lograría y volvería a su lado. Se lo debía y me lo debía a mi misma. Pero que complicada e ilusa puedo llegar a ser.

hasta ahí va..os dejare picados con el resto.